XX. Ilusión.

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La cena fue, de hecho, bastante agradable. Hubo villancicos en inglés sonando suavemente y ambientando el lugar, la comida fue lo típico, como pavo, puré de papa y cravy, pero también hubo lasaña, ensalada y una especie de arroz frito muy delicioso, más la bebida y la plática agradable a su alrededor.

Cuando todos estuvieron sentados antes que sirvieran la comida, el señor Mason calló las conversaciones del lugar con un suave repiqueteo de su tenedor contra la copa, y empezó a hablar.

—Queridos invitados, amigos, familia, les doy las gracias por haber venido una vez más a esta cena de navidad. Como saben, se ha hecho una tradición tener nuestra cena con nuestros compañeros inversionistas y alabar la gran labor de Park Jimin en la editorial. Jimin-ssi —miró al aludido con una gran sonrisa—, felicidades por un año más de positiva productividad. Que el nuevo año sea mejor que este. Y ahora sí, ¡provecho y que disfruten la cena!

Los platos empezaron a llegar y Taehyung empezaba a disfrutar la fiesta con total libertad, ignorando las miradas fijas de esa Omega que desde que llegó no dejaba de verlo. Hablaba con los Omegas enfrente de él que le decían que su vestido era precioso y compartían información de moda, además de cosas de su trabajo y sus artículos del Times.

Jimin estaba orgulloso de ver a Taehyung hablar con confianza a su alrededor, sabía que el Omega era dado a desenvolverse con facilidad en lugares donde no conocía, como la mariposa social que era, pero jamás lo había visto en acción.

Taehyung era muy observador y alentaba a todos a hablar, haciéndolo muy poco él pero disfrutando de las pláticas a su alrededor, mencionaba diversos temas y le ponía total atención a los demás, haciéndolos sentir parte del ambiente. Era amable, dulce y Jimin estaba completamente hipnotizado por él.

Jimin también prestaba atención a sus propias conversaciones, intentando llegar a nuevos tratos que serían legales en unos días y hacer sentir a sus socios parte de su empresa. Taehyung se sentía bastante atraído a la faceta de Jimin como el líder de la editorial, hablando e invitando a los demás con total seguridad, mostrando lo orgulloso que estaba de su empresa y lo que había logrado hasta ahora.

—TaeTae, ¿quieres ir al baño? —le preguntó Jungkook cuando empezaron a servir el postre. El Omega asintió y ambos se levantaron poco a poco.

—Iremos al baño, ya volvemos —le susurró Taehyung al Alfa en su oído, él asintió y siguió su conversación con otro socio alemán, pero miró a Taehyung desaparecer entre los baños junto a Jungkook.

—Oh, Park, estás completamente a los pies de tu Omega —se burló su socio, riéndose con simpatía.

Jimin se sonrojó y miró al Beta, casi negando con la cabeza.

—Ni te atrevas a decir que no —se apresuró a decir el hombre—. Se te nota en tus ojos la adoración.

—Es lo que yo digo, Mikkelsen-ssi —intervino Yoongi, riéndose malicioso. Jimin le hizo una mueca.

—Está bien, disfruta del amor y consérvalo siempre. No siempre es fácil encontrar a alguien que te vea con tanto amor y devoción como tu Omega.

—Él no- ¿Qué? —se interrumpió solo Jimin, confundido ante la última parte de la oración de su socio.

—Oh, sí, compañero —el Beta se rió, tomando un largo trago de su copa—. Reconozco la adoración pura en los ojos de tu pareja. Es fácil encontrar a alguien a quien amar, pero ¿admirar?, ¿adorar? No todos tienen esa alma y libertad en su corazón. Felicidades, Park, al parecer ganaste la lotería en el amor.

Jimin no supo qué más decir, sus ojos volviendo de nuevo al baño, viendo a Taehyung salir de él. Venía hablando con Jungkook y con los brazos entrelazados, ambos riendo muy animados. Sus ojos se encontraron y Taehyung le sonrió.

A (Un) Married StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora