A (Un) Married Story

IX. La boda.

El día de su boda, Taehyung despertó con el corazón latiendo con fuerza y sin saber qué sentir exactamente.

Había esperado este día desde hace tanto tiempo, desde que tenía entre 5 y 6 años, de hecho. Siempre pensó que sería un día inolvidable, donde él estaría rebosante de alegría, con el corazón lleno y su familia a su alrededor.

Pero despertó con Hobi y Jungkook a su lado, ayudándolo a terminar de guardar la última ropa antes de la mudanza y su traje de novio, que era lo único que lo tenía realmente emocionado. Constaba de un jumper pegado, con escote cuadrado y tiras anchas de encaje. Era ceñido de su pecho, cintura y caderas, donde caían con vuelo, creando alusión a una falda larga, destacaba sus curvas y se sentía cómodo, aunque tal vez se veía demasiado elegante para el lugar.

Es tu boda, la única que tal vez tengas, pensó con algo de tristeza. Decidió que era lo suficiente elegante para la ocasión y con eso tenía.

—Te ves en serio precioso, TaeTae —le dijo Jungkook cuando terminó de maquillarse y salió a la sala, donde lo esperaban sus amigos con unas copas largas con líquido espumoso en ellas. Le ofreció uno al Omega y los tres sonrieron.

—Feliz día, TaeTae —le dijo Hobi, chocando los tres las copas—. Intenta disfrutar todo lo que puedas, ¿sí?

—Disfrutaré cuando no tenga que pagar una estúpida demanda y que mis padres me dejen en paz.

Sus amigos no dijeron nada, viendo cómo se tomaba el licor de golpe y suspiraba. Ninguno se sentía completamente feliz pero era lo mejor para ambos hombres, y, muy dentro de ellos, tanto Hobi como Jungkook podían ver la atracción que sentían Jimin y Taehyung, así que ¿quién sabe? Tal vez este matrimonio resulte para bien al final.

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Taehyung, Jungkook y Hobi llegaron a las 10.30 al registro. Jimin ya estaba afuera esperándolo, con Yoongi, Namjoon y Jin a su lado. Yoongi y Jungkook serían los testigos de ambos mientras que Namjoon, Jin y Hobi irían por apoyo moral y a esperar a la familia de Jimin, para después ir a almorzar todos juntos.

Cuando Taehyung vio a Jimin, se quedó sin aliento. Llevaba unos pantalones negros ajustados con camisa de manga larga blanca, sin corbata y los primeros botones sueltos, encima una gabardina negra larga con un fondo rojo que resaltaba bastante. Llevaba el cabello rubio peinado de lado y hacia atrás, viéndose tan atractivo e intimidante que resultaba... bueno, arrollador.

— ¡Wao, Taehyung, te ves increíble! —dijo Jin con una gran sonrisa. El Omega dejó de mirar a Jimin y se concentró en los demás, pero podía sentir la mirada de él sobre su cuerpo y sintió un escalofrío recorrerlo.

—Gracias, Jin... —alcanzó a contestar en una voz más o menos normal antes de volver a mirar a su prometido y olvidar casi respirar—. Yo... te ves...

—Digo lo mismo —murmuró Jimin en voz lenta, volviendo a recorrerlo con la mirada.

—Muy bien, tórtolos, es mejor entrar e ir entregando la licencia —los interrumpió Yoongi en su momento. Jungkook lo miró significativamente, pero él no entendió y les siguió haciendo señas para que caminaran.

Tanto Jimin como Taehyung carraspearon y empezaron a caminar, uno al lado del otro y sus brazos tocándose. Jimin tenía la altura perfecta para que su barbilla descansara sobre la coronilla de Taehyung, pero aún así, el Alfa emanaba una energía fuerte y decidida que lo hacía ver enorme ante él.

—A veces es muy obtuso, mi amor —escuchó que Jungkook le dijo a Yoongi y quiso reír.

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La fila para su hora de casarse era corta, entregaron a una Beta la licencia, sus dnis, al igual que el de los padrinos y esperaron unos minutos en lo que los llamaban.