XLVII. Tu poder sobre mí.

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—Cuando dije que me gustaría meterme al lago, era figurativamente hablando, no literalmente.

Taehyung se mordió los labios para evitar reírse de su esposo otra vez.

Había sido un día muy productivo. Se levantaron a desayunar temprano, fueron a las montañas alrededor del lago para ver el pueblo en lo alto y bajaron para subir a un pequeño bote que los llevó por todo lo permitido del lago y a las islas alrededor.

Eran al menos 22, pero solo lograron ver unas 8 o 9. Y de lejos. Las islas no estaban oficialmente habituadas y eran más bien montes flotantes de árboles en medio del lago.

—Es como la tumba de Dumbledore —había explicado Taehyung al ver una isla muy parecida a la de la película.

— ¿Aquí la grabaron? —había preguntado Jimin.

El dueño del bote que los había estado moviendo por todo el lago se había reído y negado con la cabeza. Era un Beta mayor, amable y muy carismático. Había hecho de la excursión muy agradable a pesar del frío alrededor.

—No, ese es el lago Lochaber. Este tipo de islas tienen una fauna muy parecida, normalmente es el hogar de animales del bosque o hadas.

Taehyung volteó hacia el Beta con los ojos serios.

—Hadas —dijo en un tono raro de pregunta.

—Así es, joven. Hadas y faes. Es muy común verlos por aquí entre estas épocas y en la noche. Si se llegan a acercar al bosque, no vayan hacia los puntos de luz y viento que aparecen entre ellos. Son trampas de faes que pueden llegar a apresarlos por siempre.

Taehyung asintió solemne, un poco emocionado incluso. Pero Jimin enarcó la ceja y resopló.

—Las hadas y faes no existen —dijo con seguridad.

Tanto el Beta como Taehyung se voltearon a verlo alarmados.

—Oh, no, Min, retira eso —se apresuró a decirle Taehyung.

—Ellos existen, joven Park. Tal vez no a la vista humana y simple, pero existen.

Jimin frunció el ceño.

— ¿Me acaba de decir simple?

Taehyung rodó los ojos.

—No todos tienen el sentido arácnido que puede permitir ver a los seres paranormales, Min. A veces es difícil creer que en ellos, lo sé, pero no debemos ser irrespetuosos con las creencias y pensamientos de otras gentes.

— ¿Los has visto?

—No, pero creo en ellos.

Jimin lo pensó durante unos segundos, viendo al lago y luego a la isla para terminar en su esposo.

—Entiendo lo que dices pero me es complicado creer en lo que no veo —explicó lo más respetuoso posible—. Pero no voy a tomarte de tonto por eso o algo así.

Taehyung sonrió con cariño.

—Lo sé, Min.

—Mejor hay que cambiar de tema. No quiero que las hadas me avientan al lago o algo así.

Aunque Jimin se rió, ni Taehyung o el Beta lo hicieron pero sí sonrieron con pequeña alarma.

—No le recomiendo meterse al lago, joven Park —dijo el Beta solo ligeramente preocupado—. Por estas fechas, empieza a ser muy frío y si no está acostumbrado, puede llevarse un resfriado colosal de recuerdo de Luss.

Jimin volvió a reírse.

—Una lástima, me habría encantado meterme al lago.

—Desde mayo hasta agosto está en perfectas temperaturas para poder darse un chapuzón. Les recomiendo venir en esas épocas.

A (Un) Married StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora