𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?

La llegada

Me encontraba visualizandome en este campo abierto de flores, el cual contaba con un hermoso cielo con colores y estrellas reflejando un universo, cuando comencé a ver una pequeña abertura que despedía una luz blanca, directamente corrí hacia esa luz blanca mientras visualizaba el lugar al que quería ir, como quería despertar, y sobre todo la realidad en la cual iba a entrar, cuando logró cruzarlo.

Me comienzo a despertar y a sentir la posición en la que estaba acomodada, abrí lentamente los ojos, para acostumbrarme a la luz, encontrándome con que estaba en una habitación que no era la mía, y comienzo a sentarme en la cama como tratando de asimilar lo que acababa de pasar y lo que acababa de sentir, cuando siento que me derriban en la cama de nuevo un cuerpo más pequeño que el mío.

–Mierda–Exclamó al sentir el peso de alguien sobre mi

–Mamá, Alba dijo una grosería–dijo una voz chillona, como la de una niña pequeña

–Alba, cariño sabes que las groserías en esta casa están prohibidas, así que ya despierta que tienes que terminar de empacar lo que falta–Ordenó una mujer recargada en la puerta–Nuria, ya deja a tu hermana está cansada y tiene que seguir empacando

Era pequeña, unos 1.46 aproximadamente, o bueno por lo que logré ver mientras seguía atrapada por los brazos de la niña que no me soltaba, delgada y de tez morena, cabello castaño oscuro y unos rasgos muy delicados, pude notar que la niña tenía aproximadamente unos 7-8 años, de tez morena igual y cabello castaño claro, mi cerebro comenzó a carburar cuando me levante una vez la niña me soltó, ellas eran mi familia al parecer, Nuria y Alma, mi hermana menor y mi madre, respectivamente.

–Vamos Alba, tienes que terminar para que puedas jugar conmigo con la casa de muñecas que papá acaba de traer–comentó la niña mientras me tomaba de la mano para arrastrarme a lo que parecía ser un pasillo pequeño que daba con un pequeño comedor y sala–Papá muestrale a Alba la casa, vamos, vamos–Nuria parecía muy entusiasmada por el juguete

–Nuria, tranquilizate, jugare contigo, pero déjame despertar mocosa–dije con una risita, la niña era muy tierna

–Alba, ¿dormiste bien. hija?, recuerda que debes descansar, pero primero debes empacar bien todo, acuérdate de llevar tu lechuza y las plumas, nos tienes que mandar esa carta una vez que llegues, y debes de...–Soltó un Hombre de aproximadamente 45 años, tez morena, mientras leía un periodico muggle sentado en un comedor de cuatro plazas, mi padre

–Lo sé pa, soy la primera y tengo que tener un orden, ya lo sé–dije con una sonrisa

A HUEVO VOY A HOGWARTS MAÑANA

La mayor parte de esa tarde comencé a conocer más sobre la familia que tenía ahí, yo había colocado en mi guión que mi padre sería muggle, mi madre una bruja de "sangre pura", pero ambos mexicanos, había puesto que nos habíamos mudado a londre por trabajo de mi padre cuando tenía yo 8 años, por ende me quedaría inscrita en hogwarts, por desgracia no estuve en el momento que llegaba mi carta, sino a un día de abordar el Hogwarts Express, me distraje jugando con mi hermana nuria y cocinando con mi madre lo que sería mi última cena antes de clases. El año en que entraría sería 1989, justo el año en que los gemelos entran a hogwarts, los quería conocer sin el alboroto de Harry Potter en Hogwarts, además de que pues no iban a pasar jejeje, porque lo había puesto en mi guión, o bueno al menos no los encuentros y todo eso con el sin nariz, los horrocruxes habían sido destruidos, pero desgraciadamente si habían muerto los padres de Harry enfrentándolo.

El día siguiente fue emocionante despertar lista para poder decir Hogwarts ya llegué, mis padres subieron mi baúl y me ayudaron a llegar a la plataforma, al parecer habíamos llegado 30 minutos antes de que el tren saliera, cruzamos la barrera, al parecer cuando llegó mi carta de aceptación venía una sección con instrucciones de cómo entrar, pero mi padre al ser muggle debió quedarse afuera, me despedí de él y mi madre, hermana y yo entramos a la estación, mi madre me ayudó a subir mi baúl en un compartimento vacío, me despedí de ambas, mi hermanita me dio una corona de papel hecha por ella, prometí mandar una carta hablando de cómo era la escuela y en qué casa quedaba y esas cosas. Me senté en mi compartimento a esperar que el tren avanzara mientras leía un libro no podía escuchar música con un Walkman porque no funcionaba la tecnología muggle en lugares rodeados de magia, cuando una chica castaña de tez clara se asomo en mi compartimento, parecía de mi edad

–Te molesta si me siento aquí–Preguntó con una sonrisa

–Claro, soy Alba Valente, entraré a primero–debía presentarme, si íbamos a compartir espacio durante horas debía ser amable

–Marley Claver, también a primero, ¿eres hija de no magos?--me preguntó al ver mi libro

–Mi padre es muggle, pero mi madre es bruja, ¿tú?--Interrogue

–Sí, mis padres son muggles, como les llaman, ¿Tu conoces algo de la escuela?, es que apenas este verano nos enteramos que era una bruja–comentó curiosa

Durante todo el trayecto fuimos solo las dos, comentando cosas que yo ya sabía de la escuela, como la ceremonia de selección y esas cosas, después como no sabíamos cuándo llegaríamos decidimos cambiarnos ahí mismo, llegamos como 2 horas después, pero ya estábamos listas, comentamos que esperábamos quedar ambas en Ravenclaw (Spoiler, si quedamos).

Cuando el tren paró, bajamos y comenzamos a caminar hacía donde Hagrid llamaba a los de primero, nos sentamos en uno de los barquitos, debíamos ser mínimo 3 y máximo 5 en cada bote, me quedé de piedra y comencé a balbucear viendo a los que comenzaban a subir en nuestro barquito, eran el trío bromista, al parecer se habían conocido en el tren, George, Fred y Lee, los gemelos eran idénticos, no sabria decirles que reconocí quien es cual porque eso lo descubrí a las semanas.

–El grandulón ha dicho que subamos aquí, ¿les molesta?--La voz de Lee es muy tierna a esta edad, solo negué y se sentaron

Durante el trayecto al castillo estábamos muy sorprendidos por lo que veíamos, la vista era preciosa, de verdad que verlo en vivo era magnífico, el castillo se hacía cada vez más grande frente a nosotros. Los gemelos nos venían diciendo que uno de sus hermanos era prefecto de Gryffindor y que esperaba que ellos igual quedaran en esa casa y fanfarroneando de que era la mejor casa y esas cosas. Pero a pesar de eso fueron agradables y realmente amables, Lee fue el que mejor me cayó al inicio, teníamos humor semejante.

Al llegar al castillo y que comenzarán con la ceremonia, después de la canción del sombrero y el himno de hogwarts, nombraron a todos, Marley pasó y la seleccionaron en Ravenclaw, Lee de igual manera pasó, pero fue seleccionado como sabemos en Gryffindor, cuando llegó mi turno estaba muy nerviosa, no sabía si realmente me iban a seleccionar o no en mi casa deseada, pero cuando el sombrero casi toca mi cabeza soltó el grito de RAVENCLAW, y me dirigí hacia mi mesa, que estaba junto a la de Gryffindor, al pasar los Weasley , Fred de primero, bajó del banco en dirección su mesa nos saludó tipo militar logré ver que decía un "señoritas" con los labios, le siguió George que de igual manera nos saludó, pero con una sacudida de mano y un "chicas".

Al terminar el banquete pués como es de costumbre nos levantamos para dirigirnos a la sala común de nuestras respectivas casas, caminamos durante unos diez minutos hasta llegar a la torre de Ravenclaw, La prefecta de mi casa estaba dándonos las instrucciones de cómo llegar a la sala, y como llegar de esta al comedor, que debíamos resolver un acertijo y esas cosas, al pasar por la estatua hacia la sala, era muy espaciosa, tenía muchas estanterías con libros, tenía una hermosa ventana desde donde se veía el cielo estrellado, a la izquierda estaban las escaleras hacía los dormitorios, tenían unos cuantos globos terráqueos de los cuales parecían desprender una especie de encantamiento que nombraba cada país y te daba una explicación de estos, lo sé porque toque uno, algunos sofás y escritorios en una de las paredes. Me encontraba muy cansada y me dispuse a ir a mi habitación a dormir, ya que sería una semana agotadora, tendría que encontrar salones por doquier, mis compañeras de habitación eran Marley Claver, Samantha Hale, Doris Winter y Grace Travis.