𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?

Los EXTASIS y la tienda de bromas

Junio y los exámenes llegaron en un abrir y cerrar de ojos como siempre lo hacían esta vez me había casi casi encerrado en la biblioteca repasando todas las materias que debía saber para pasar los EXTRASIS y poder graduarme como una de las mejores estudiantes de mi generación, me encantaba poder hacerlo junto a mis amigos, se suponía que dentro de los libros, los gemelos dejaban Hogwarts desde unos meses antes y me encantaba que aquí se esperaran a terminar aunque sea los examenes ya que habían hecho un éxito con sus productos la mayoría de alumnos más chicos les compraban de sus surtidos saltaclases, de sus magifuegos y de esos sombreros que desaparecen tu cabeza, a pesar de que Hermione siempre los regañaba, se resignó a no decirles nada y para los exámenes se estaban esforzando para sacar por lo menos uno y así graduarse junto a nosotros.

–No amor, el colmillo de thestral se usa para la poción antifungo no para la multijugos –dije mientras señalaba la anotación del pergamino de mi novio que sólo me veía leer sus apuntes

–Me gusta cuando me mandas y me corriges, te ves muy linda–dijo mientras ponía un mechón de mi cabello trás mi oreja

–pues me gusta cuando me agarras el cabello y me dices que soy bonita, porque no eres la persona más expresiva que digamos–dije con una sonrisa viéndolo a los ojos

–tienes razón y por eso es que me encanta el contacto físico, por que así puedo demostrarte cuanto te amo–dijo acercándose a mi y comenzando a acariciar mi muslo con ganas de algo más

–bien continuemos–dije besando sus labios lento y separando su mano de mi intimidad–, tienes que concentrarte, hagamos un trato–dije coqueta tomando su corbata y jugando con ella

–¿Qué tipo de trato? –preguntó curioso

–uno en el que si estudias bien y al final te pregunto y contestas correctamente, haré lo que quieras por un día–dije no muy segura de lo que estaba haciendo

–¿Me estás diciendo que si quiero que hagas algo, con una orden, en el gran comedor lo puedo hacer con libertad? –preguntó con incredulidad

–solo si al final del estudio respondes bien mis preguntas–afirme moviendo mi cabeza en un asentimiento

–me parece justo, ahora a estudiar no hay mucho tiempo–dijo volviendo a su pergamino muy concentrado

Nunca hagan un trato con un Weasley con algo que realmente quiere, o con un gryffindor en general, son muy obstinados y competitivos, no les gusta que les digas que no pueden, porque es lo que había hecho mi novio, contestó todo correctamente así que ahí me tienen caminando con un Fred dando órdenes a diestra y siniestra, en clase sin que el profesor se diera cuenta mientras susurraba y en el gran comedor, lo que ponía incómodos a nuestros amigos, y me avergonzaba a mi por que me sentía observada, gracias a dios solo fue un día, y al siguiente ya estaba más que concentrada en mis tareas y estudio, para mi suerte los exámenes terminaron rápido y pude lograr pasar todos sin ningún problema, mis amigos salieron al menos con un examen pasado, Marley y Angelina eran la excepción ellas también, como yo, creíamos haber pasado los suficientes como para lograr nuestros trabajos buscados.

Estábamos sentados en el pasto frente al lago negro todos pensando en que deparaba el futuro para nosotros, era nuestro último día de clases para todos, y nuestro último día en Hogwarts, las graduaciones no se celebraban como se piensa con un hermosos baile y una ceremonia, simplemente te daban un papel que constaba tus estudios en el colegio, simplemente el papel sin una ceremonia.

–¿Ya tienen local para su tienda? –preguntó Marley apoyada en el pecho de Lee

–ya, el número 93 del callejón Diagon, estamos listos para alquilarlo, reunimos el dinero suficiente como para alquilarlo gracias a los surtidos salta clases y los magifuegos –contestó George