México lindo y querido, y empachador de novios

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En cuanto llegamos, era claramente de noche, al entrar por la puerta de casa de mi abuela los recuerdos de las vacaciones que había ido a México llegaron como bomba, sentí la mano de Fred dando un apretón y respire profundo, saludamos a todos y al final los presente formalmente.

–bueno familia, el abuelo ya lo conocía, pero el resto no, así que él es Fred–señalé a mi novio sonriente a mi lado–, mi prometido, solo que sean pacientes, no habla español

(Aclaración: yo había puesto que el español era como yo los escuchaba a todos, pero que en realidad ellos hablaban inglés y yo lo hacía ellos me entendían, es muy confuso, no se si me explique bien jajaj bueno sigan...)

En cuanto dije eso último, mis tías se lanzaron a él a bombardearlo de preguntas y felicitaciones y demás mientras que mis primos me bombardearon con preguntas de si me trataba bien, que si estaba segura, que si no quería dejarlo, y más cosas tóxicas de primos celosos y un poco machistas, a lo cuál conteste que el me hacia muy feliz y que no estaba en mis planes dejarlo, etc.

–¿Desde cuándo están comprometidos, mija? –preguntó uno de mis tíos que no había dicho nada y solo se mantenía viendo a mi novio como analizándolo

–Desde hace unos dos años, aproximadamente tío–dije con una sonrisa

–Amor, ayudame, no puedo respirar y no entiendo nada–dijo mi novio desde el montón de personas que lo comenzaban a apretar

–Voy amor–dije tratando de acercarme a mi novio y en cuanto lo hice, escuche su estomago rugir–, lo siento tías, estamos un poco hambrientos, no comimos nada, tendrán unos elotitos

–Ay mija no te preocupes, dejanoslo a nosotras–dijo una de las hermanas de mi mamá llevándose a las demás a la cocina

–Quién te viera primita, que te conseguiste un inglés–dijo una de mis primas tratando de burlarse

–Si, ya vez Nora, y tú ¿cómo vas con Bryan?, ¿ya lo sacaron de la cárcel? –pregunté con toda la intención

–Si, aun sigue en la cárcel–finalizó y se fue a ayudarle a las señoras a la cocina

–¿Qué te dijo? –me preguntó mi novio confundido

–Nada amor, mejor ven siéntate, mientras voy a ayudar a la cocina para que puedas comer agusto–le dije sentandome en la mesa

En cuanto lo deje en la mesa, todos mis primos que sabían inglés se acercaron a él a hacerle preguntas sobre no se que cosas, pero yo lo veía de vez en cuando sonriendo o riendo a lo que decían, yo por mi lado me concentré en ayudar a cocinar con los que estaban en la cocina mientras hablábamos, hasta que vi a mi abuelo acercarse a Fred y comenzar a cuestionarlo, Fred contestaba a sus preguntas con seguridad y una sonrisa y mirada orgullosa, supuse que estaban hablando de la tienda, estaba feliz de que mi novio conociera a mi familia del otro lado del charco, mis primas y tías no dejaban de echar carrilla y preguntarme si tenía hermanos, pero les dije que dos ya tenían novias y que sólo quedaban disponibles los más pequeños, a lo cual soltaban un bufido de decepción que me hacía reía, una vez terminamos de hacer la comida la servimos, eran muchos platillos mexicanos, enchiladas, chilaquiles, huevo con chile (si en la noche), tacos de carne asada, mole, elotes preparados y en vaso (soy del norte no se ofendan), y muchas cosas más.

Fred parecía niño en dulcería, probaba de todo, su plato terminó siendo uno de los más llenos y anchos de la mesa, yo le advertí sobre el daño que podía hacerle si no se medía, sobre todo por que eran sabores que no había probado antes, todo le sabía a gloria, y su cara lo decía todo, cada que terminaba una porción me daba un beso en la mejilla y les decía a mis tías que estaba delicioso, terminó lleno de tanta comida que comió después nos dieron las habitaciones donde dormiriamos, Nuria dormiría con mis primas de su edad, mis padres en una habitación y yo y fred en otra, de tanta comida no tardamos en quedarnos dormidos

𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora