𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?

EXTRA: La sala Gryffindor

Era la primera semana de Septiembre, no tenía nada que hacer ya que había terminado mis tareas, Angelina, los gemelos y Lee no habían aparecido en la biblioteca para nuestra sesión de estudio de los viernes, lo cuál nos preocupó, a Marley y a mi, decidimos ir a su sala común para ver si estaban ahí o si podíamos verlos, para nuestra suerte un chico acababa de subir con nosotras las escaleras con dirección a su sala común.

–Disculpa, podrías llamar a los gemelos Weasley y Angelina Jonhson, los estamos buscando–Le pidió Marley, a lo cuál el chico asintió entrando a su sala común, después de unos minutos salió Fred

–Chicas, ¿Qué hacen aquí?, creí que nos veríamos en la biblioteca–preguntó

–Y así era hace tres horas, pero nunca llegaron–Nos miró confundido–, ninguno–Aclaré

–Seguro Angelina se quedó dormida, les dijimos que teníamos entrenamiento–Dijo entendiendo

–Le puedes hablar o ¿podemos pasar?--preguntó Marley

–O si, pasen, no creo que haya un problema –nos abrió el hueco del marco, pero antes de que yo entrara me detuvo

–¿Qué pasa?--pregunté confundida

–Adentro está Percy–dijo viéndome serio

–UH, Mejor para mi, mi futuro esposo–dije exagerando mi "emoción" por ver al pelirrojo mayor y volviendo a entrar a la sala–, ¿Qué?--cuestione cuando me volvió a detener

–Nada de coqueteos–Sentenció

–Tranquilo sé controlar mis...–me callé al ver al lindo pelirrojo regañando a un niño por subir los pies a la mesita de centro

–Ay no–lo escuche murmurar

–Ay si–dije con burla–¿Puedo saludarlo?--pregunte con "emoción"

–No–me abrazo de la cintura llevándome con él al otro lado de la sala en unas mesas donde estaba Lee con George y Marley.

Me senté con él en una silla, yo sobre sus muslos, no me queje la verdad, por esto cambie de realidad jejejej. Después de un rato hablando con los chicos, de alguna broma que querían hacer o de algunos chistes de los gemelos o Lee, vimos a una somnolienta Angelina bajar las escaleras

–Buenos días Bella Durmiente–me levanté del regazo de Fred para ir con Angie y saludarla de beso en la mejilla

–La biblioteca–dijo muy sorprendida y asustada–, mierda lo olvide ¿Qué hora es?--tomó mi muñeca en la que llevaba un reloj

–Ya no te tortures–La tranquilice–, estabas cansada, se entiende–le sonreí y volví a mi asiento (las piernas de Fred)--ya que está Angie, ¿Cómo fue su entrenamiento?