Tercer Año y la Maldita Mestiza

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El tercer año comenzó con la señora Weasley y mi madre llevándonos a la estación, mi padre por alguna razón estaba ocupado, así que pasamos por los Weasley para ir a la estación, felicité a Percy por su nombramiento como prefecto (cosa que no había hecho antes porque casi no hable con él) siendo interrumpida por el brazo de Fred en mi cintura mientras me alejaba de él mientras se burlaba de la insignia del chico, el orden en el auto era, Las madres de pilotó y copiloto, Fred cargando a George y Ginny, yo enmedio cargando a Nuria, y Percy cargando a Ron, por suerte mi madre se encargó de poner un hechizo extensor en la maletera donde entraron los baúles de todos, al llegar a la estación íbamos un poco tarde, pero logramos pasar, ayudamos al famosísimo Harry Potter a cruzar la barrera y subimos al tren todos los que íbamos a Hogwarts, en un compartimento subimos las maletas de Ron y Harry mientras fuimos a buscar a Lee, que al parecer tenía una tarántula con él, nos presentamos con Harry.

–Yo soy Alba Valente, un gusto conocerte Harry–me presente sin ver su cicatriz, supuse que ya estaba muy incómodo de escuchar siempre lo mismo, pareció aliviado– lo que necesites aquí estoy para ti, puedes acercarte cuando quieras

–pero no te acerques tanto– finalizó Fred cuando dejamos el compartimento para ir con Lee

Como todos los años hablamos de lo que habíamos hecho en el verano, por suerte en el compartimento estaban Marley y Angelina, las cuales ese año si salieron de casa, les contamos que al parecer nuestros padres se conocían y esas cosas, llegamos al castillo y seguimos hasta las carrozas igual hablando de lo que habíamos hecho o haríamos en el curso, la ceremonia de selección paso con murmullos y susurros sobre el gran Harry Potter, el banquete fue de lo más normal, recordemos que Lupin era el profesor de DCAO ya predilecto así que todo eso de Quirrell no sucedió, pero será importante ya que gracias a él Harry conoce mejor a Sirius, y cuando íbamos hacia nuestras salas comunes Fred me detiene en el pasillo.

–¿Necesitas algo Weasley?--pregunté, no era normal que me detuviera él solo

–Si, emm, no, digo si–dijo nervioso, se rascó la nuca y solo me abrazó– es que te extrañe

–Ay Weasley que lindo, yo igual te extrañe a pesar de verte hace casi tres semanas, ahora vete que George no puede avanzar sin ti–reí viendo a George asomarse de una esquina

Nos despedimos y fui a mi sala común, y dormí tranquilamente sabiendo que sería un año normal, o bueno con bullying de Malfoy hacía Harry pero algo es algo.

Durante la segunda semana estaba caminando con George en dirección a herbología, pasamos a un lado de un grupo de slytherin de nuestro año, íbamos tan metidos en nuestra conversación que nos paramos al oír un "esta buena, pero es una maldita mestiza, es hija de un asqueroso muggle", George se enojó tanto que se fue directo sobre el chico, lo tomó del cuello de la camisa y lo estampo contra la pared, los demás slytherin salieron corriendo, no quisieron ayudar a su "amigo"

–¿Qué dijiste maldita serpiente?

–Lo qué escuchaste idiota, tu amiguita esta buena, pero es una mestiza, su calidad y valor baja por su estúpido padre muggle–dijo con una sonrisa cínica

George no se detuvo ni un segundo más y comenzó a golpearlo sin detenerse, el chico comenzó a tratar de defenderse pero no podía ya tenía a George sobre él, corrí a buscar a alguien que lo detuviera y por suerte encontré a Fred que también iba pero más atrás.

–Merlin gracias–suspire cuando lo vi–Tu hermano se esta peleando con una serpiente, necesito que lo detengas–dije desesperada, corrimos juntos hasta llegar a George

–Geroge ya déjalo–dijimos los dos cuando Fred ya lo había separado– no vale la pena,-- dije mientras me ponía frente a él– vámonos a clase

–Si hazle caso a la sangre sucia– dijo el chico limpiándose la sangre de la boca, no aguante más y le di una patada en su entrepierna

–Eso fue por los insultos a mi persona–lo golpee con mi rodilla en la nariz–eso por usar tu asquerosa boca para dirigirte a mi padre–le di otro golpe con mi rodilla en la frente–y eso por hablar del cuerpo de una chica como si fuera solo eso, idiota–le escupi y seguí a los chicos a herbologia

–Eso fue genial–dijo George con una sonrisa

–a la próxima no hagas caso o deja que me encargue yo–le dije con una risa–terminando la clase irás con Madam Poppy, no tienes muchas heridas, pero para descartar algo grave

Y terminado eso entramos al invernadero, los tres con una sonrisa orgullosa, yo y george de haberle partido la madre a un idiota y Fred, supongo, orgulloso de su amiga y hermano.

𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora