𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?

Grimmuauld place y Ron prefecto

El sábado llegó y Sirius había invitado a ambas familias, Lupin y algunos más a conocer el nuevo lugar donde viviría con Harry, y ese lugar era nada más ni nada menos que Grimmauld place, llegamos y la señora Weasley nos abrió muy emocionada pasamos y en la sala ya se encontraban la mayoría, entre ellos la mayoría de los Weasley, a excepción de Charlie y Percy (al parecer estaba muy ocupado en su trabajo, esté percy no se peleó con su familia), una chica de cabello violeta que reconocí como Tonks, junto a una mujer y un hombre de unos 60 años, la mujer era muy bella y el hombre era delgado y apuesto, Andrómeda Black y el señor Tonks, El profesor Lupin, la profesora McGonagall, Harry, Hermione y sirius por supuesto.

–Bienvenidos, dejenme los presento–dijo sirius dándonos la bienvenida–, ella es mi prima Andrómeda y su esposo Ted, y su hija Nynphadora–apuntó a la familia sentada

–Andromeda Tonks–se presentó la mujer–, mi esposo Ted, y mi hija Dora–dijo presentando a los otros dos

–Un gusto, Alma Valente– se presentó mi madre–, mi esposo Fernando, mis hijas Alba y Nuria

–A ellos creo que ya los conocen–señaló a Remus y McGonagall

–Un gusto verte Remus, profesora McGonagall–saludó mi padre con un asentimiento

–Buenos días– dijeron al unísono

–Bien ya que todos se conocen, Molly ¿Ya está el almuerzo?--Preguntó el señor Weasley a su mujer

–claro cariño, ya pueden acercarse a la mesa–dijo a los demás–, niños ayudenme a poner la mesa

Un plop sonó y los gemelos ya estaban en la cocina llevando los platos a la mesa, la señora Weasley los regaño por usar la Magia para todo y yo solo me reí mientras me adentraba a la cocina.

–Su madre tiene razón, que puedan hacer magia fuera del colegio no quiere decir que tengan que hacerlo siempre–me acerque a tomar los vasos de la encimera

–¿Por qué no lo haríamos?, ya somos mayores de edad, deberíamos aprovecharlo–dijo George moviendo los cubiertos con magia hacia la mesa

–Cuando estén por provocar o hayan provocado un accidente no quiero que se estén sintiendo culpables–sentencie dejando los vasos en la mesa y sintiendo a Fred ponerse a propósito detrás de mí para dejar una olla en la mesa

–tendremos cuidado–dijo con simpleza

–Bien, a comer–dijo la señora Weasley una vez todo estuvo listo

La cena fue agradable mientras hablábamos de anécdotas sobre el año escolar o sobre los chicos, hasta que la señora Weasley notó el anillo de Fred.

–Y ese anillo querido, ¿dónde lo conseguiste?

–Me lo regaló A–dijo sin profundizar

–¿Y qué significa cariño? – me preguntó esta vez mi padre

–Mi compromiso con él–dije simple y sincera sin darle mucha importancia, pero todos se quedaron en silenció

–¿Cómo qué compromiso? –preguntó alzando la voz mi padre

–son muy jóvenes para pensar en eso–habló por primera vez mi madre, un poco enojada y confundida

–lo somos, pero ya sabemos que queremos compartir nuestra vida juntos, nos amamos y nos lo tomamos muy en serio–dije mirando a Fred a los ojos–, ¿por qué lo preguntan así? No es nada malo

–¿Acaso no creen que nuestro hijo pueda comprometerse de esa manera? –preguntó la señora Weasley ante el tono de voz alto de mis padres

–Claro que no, simplemente pensamos que están muy chicos para esto, les falta mucho por vivir y...–detuve él discurso sin sentido de mi padre, ya había terminado la cena y era momento de tener esa conversación con ellos