𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?

La tienda y el contrato

Cuando volvimos a Londrés, rápidamente llegó el final de Noviembre, yo en mis tiempos libres o de vez en cuando ayudaba a los chicos en la tienda, pero últimamente era casi diario, una vez terminaba mi ronda en Hogwarts y terminaba de hacer mis deberes, comenzaba a "Trabajar" dentro de la tienda, organizando con Verity, haciendo inventario, atendiendo clientes, e incluso ayudando con los paquetes de correo que debían entregarse por lechuza, pensé que así sería siempre, ya que realmente no trabajaba ahí hasta que un día terminando de atender la caja, George se acercó.

—Hola preciosa, ¿Cómo te sientes en la caja? —preguntó recargándose en el mostrador

—Pues bien, es divertido ver a los niños felices mientras sus padres los miran como si fuera la peor compra que costearon para sus hijos—dije divertida

—Que bueno que te sientas bien, una vez cerremos, ¿puedes pasar a mi oficina con Fred?, tenemos una propuesta para ti—dijo con una sonrisa

—bien, con que no sea que me pidan dinero prestado, todo bien—dije con una sonrisa

—Nos vemos cuñis—dijo mientras iba a ayudar a unos chicos frente a a caja

El día parecía tranquilo, la mayoría de las personas que entraban eran niños de aproximadamente 8 a 10 años, todos acompañados por sus padres que tenían cara de angustia por las posibles bromas que los niños podrían hacer en sus casa, me daba mucha risa como casi les temblaban las manos al dar el dinero.

Estuve ayudando a unos chicos en uno de los pasillos por otro lado mientras trataba de mantener mi dolor de cabeza a raya, ya que hace unos minutos comenzaba a doler.

—La sección muggle está por aquí—dije mientras apuntaba la sección—, lo que está a la derecha son cosas que los muggles usan de manera diaria, la gran mayoría esté en 5 galeones, pero si buscan trucos de magia que los muggles usan para divertirse, se encuentran en la parte de arriba a partir de 3 a 10 galeones—dije con tranquilidad apuntando cada cosa de la que hablaba

—Oh, bien, gracias—dijo un chico un poco sonrojado, parecía de unos 15 años, ¿qué hacía fuera de la escuela?, no lo sé

—Denada—dije con una sonrisa y me dirigí al almacén, para hacer inventario

Estaba tan entretenida en la cuenta de las cosas que no me di cuenta que Fred llevaba mirándome en la puerta hace tiempo, hasta que sentí la mirada tan pesada cuando estaba sobre una escalera para contar la parte de arriba del estante

—lindas piernas amor–dijo a mis espalda

—Gracias, de tanto corretear mocosos en Hogwarts—me reí un poco de mi mal contestación

—Ya cerramos, debemos ir con George a su oficina—me dijo mientras me ayudaba a bajar de la escalera

—¿Desde hace cuánto estás ahí viéndome? —pregunte mientras íbamos a la oficina de George

—Digamos que un rato—dijo como recordando algo mirando al techo, golpee su brazo—, oye, que tu no te dieras cuenta no es mi culpa

—bien pudiste haberlo dicho antes—dije riendo una vez entramos a la oficina—, ¿Cuál es la propuesta?

—Uau cuñis, que directa—dijo George dejando de ver los pergaminos en su escritorio, me encogí de hombros

—Es parte de la personalidad, ahora diganme—dije yendo al grano

—Bien, lo que queremos proponerte es...—hizo una pausa para dar "dramatismo" — ¿Te gustaría trabajar con nosotros de manera oficial? —pregunto haciendo manos de jazz

—¿Tendré un contrato? —pregunté directamente, no tendría dolores de cabeza gratis

—¿Quieres un contrato? —pregunto extrañado Fred