Las Bodas y Los Borrachos

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Trás una hermosa tarde con los Weasley Fred, George y yo corrimos hasta nuestra casa para poder arreglarnos y poder ir a la boda de nuestros amigos. George, por alguna razón, tenía ya todo lo que iba a usar en nuestra casa, lo ayude un poco con su resaca que aún no se le quitaba, corrimos de aquí a allá entre ropa, me hice unos cuantos hechizos para estar lista lo más rápido posible, pero cómo a Georgie le gustaba jugar con mis dedos y casi siempre me quitaba el anillo, olvide ponermelo en esa ocasión. Fred se dió cuenta pero no se enojo, al contrario comprendió perfectamente. El color de los vestidos de las damas eran de un verde esmeralda muy hermoso que me gusto mucho cómo me quedo el mío, tenía un escote en V precioso y la espalda descubierta, levaba un pequeño suéter para los momentos de frío.

Corrimos a la ceremonia la cuál fue muy hermosa, yo no deje de cer a Fred o tomarlo de la mano en ningún momento, las bodas siempre ponen a las personas sentimentales. Cuando Lee y Marley dijeron sus votos fue lo más tierno. Ellos, al igual que Fred y yo, llevaban casi diez años de conocerce y tenían prácticamente la misma cantidad de años juntos como Fred y yo. Era precioso ver a dos de mis amigos completamente felices. Claramente Marley estaba muy nerviosa antes de entrar pero entre Angelina y yo estabamos ahí para tranquilizarla. Hablando de Angelina, ella y George aún no se comprometían aunque yo realmente esperaba que lo hicieran pronto, ella se veía muy feliz a su lado y George era un buen chico con ella. No me sorprenderían si se hubieran casado en secreto, pero conociendo a George preferiría que solo Lee y Fred lo supieran y conociendolos a ambos ya nis habrían dicho a Mar y a mí.

El momento de la fiesta llegó y con ella la bebida. Cómo ya saben cuando Fred y George tienen la oportunidad de beber alcohol se la toman demasiado en serio. A veces terminan muy ebrios y no recuerdan nada, o demasiado crudos y recuerdan todo, era un juego al azar que era o divertido o pesado, porque puede dar a conocer los lados más coquetos u honestos de ambos, sobre todo de Fred que se excede demasiado cuando le das barra libre.

— Amor ven vamos a bailar

— Fred vas a vomitar si das otra vuelta mejor sientate

Para esté punto de la fiesta Fred ya tenía la camisa con dos botones desabrochados, yo tenía puesta su corbata en el cuello y me estaba acorralando en la pared más cercana a nuestra mesa. No les negaré que no me puse nerviosa cuando me acerco por su corbata, porque si lo hice, pero Fred ebrio es un poco más sensible a todo.

— Bueno iré a buscar a alguien que si quiera bailar — me soltó haciendome reír, solo lo ví ir directo a la barra a pedir otro whisky

Me senté en mi lugar a tratar de quitarme los tacones que ya me estaban molestando y ver a la mayoría de los invitados completamente ebrios, sobre todo el lado muggle porque la mayoría no estaba a costumbrada a consumir altas cantidades de alcohol. Sobre todo alcohol magico, que en lo general esta encantado para que puedas sentir sus efectos de manera retardada, pero si lo bebes en grandes cantidades puede provocarte un golpe de subida. O sea de un momento a otro ya estas que te vas a caer. Puedes estar sentado completamente sobrio y normal y cuando te paras ya estas en el suelo completamente borracho. Cuando levante mi mirada para buscar a mi ebrio marido lo veo llegar tambaleante a la mesa y sentarse a mi lado. Me miraba con una mueca que intentaba ser coqueta pero parecía más que su cara no podía formarse, así que reprimí una risa.

— Usted es muy bonita —dijo arrastrando las palabras

— Gracias caballero, pero ¿no esta usted casado? —le pregunté siguiendole el juego coqueto que quería hacer mientras tomaba su mano y le apuntaba el anillo

— Shhh Solo hago esto para poner celosa a mi esposa que no quiso bailar conmigo —volvió a arrastrar las palabras pero ahora me hablaba susurrando

— ¿Y donde esta su esposa? —pregunté mientras comenzaba a dejar caricias en su mano

𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora