Una Broma y Una Boda

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Estaba muy nerviosa, me sudaban las manos y mi cabeza sólo pensaba en Fred huyendo de la casa, estaba tan nerviosa que les pedí a las chicas que me dejarán sola en el cuarto en cuanto terminaron de arreglarme, sólo veía por la ventana a los invitados hablando entre ellos, habían llegado los Tonks y eso me ponía más nerviosa, sólo jugaba con el anillo en mi dedo y el ramo en mis manos, llevaba más de medía hora que había tapado el espejo para no verme más veces de las necesarias. La puerta siendo abierta me sacó de mis pensamientos. Un George tapándose los ojos se asomó por la puerta

— Amor, ¿puedo pasar?

Se me hizo raro que George me dijera "Amor", pero como estaba tan nerviosa no le dí importancia y le di el pase, necesitaba a mi mejor amigo ahora. En cuanto pasó se me quedó viendo muy sorprendido

— ¿Me veo bien?

— Amor te vez preciosa

Con eso me relajé, pero se me volvió a hacer raro cómo me llamó, fue ahí que noté que llevaba el ramillete y la corbata que se supone Fred debía usar, así que supuse que trataban de hacerme una de sus bromas en las que cambiaban de lugar, así que decidí seguirles la corriente, a ver quién aguantaba más, así que solo le diría que realmente no me engañan.

— ¿De verdad me veo bien? —Aunque fuera George sabía que lo decía de verdad, sabía que me decía de verdad que me veía bien, pero el miedo seguía ahí

— La mujer más hermosa del mundo —dejo un beso en mi mejilla y me abrazo, de reojo ví un pequeño cabello pelirrojo tratar de esconderse trás la puerta, Fred nos estaba escuchando — ¿Con está mujer me voy a casar?

— no —dije con una sonrisa divertida mientras me separaba de él para sentarme en un banquito

— ¿Cómo que no?, Si ya están todos abajo no podemos cancelar la boda —me miró entre divertido y angustiado acercándose a dónde me había sentado

— y no la cancelaré, si me casaré, pero con tu hermano —volví a sonreírle ahora más ampliamente, mis nervios disminuyeron más

— no me puedes cambiar por George

— oh, no te cambiaré por ti, te cambiaré por Fred

— pero yo soy Fred, yo soy el hombre que amas y que te ama —dijo ya desesperado de que no le creyera la broma

— oh, claro que te amo George, pero no me casaré contigo, por que yo amo más a Fred de manera romántica— trataba de aguantar mi risa mientras me ponía de pie para volver a verme en el espejo

George hizo un puchero al ver que les descubrí la broma y fue a abrir la puerta mientras yo quitaba la sábana que cubría el espejo

— Tu novia no sé quiere casar conmigo, Fred —se quejó con mi novio que se había quedado viéndome a través del espejo con los ojos muy abiertos

— ¿Cómo me veo? —pregunte volteando a verlo mientras acomodaba en vestido

— Cómo la más hermosa mujer en la tierra —dijo entre balbuceos acercándose

— gracias, tu también te ves bien con el traje a la mitad—dije con una sonrisa mientras lo veía quedarse frente a mí mirándome de arriba a abajo—. Aunque sí me molesté un poco con está broma, no vuelvan a hacer eso, pensé que te habías escapado —le pegué con el ramo un poco fuerte

— Creeme después de verte en ese vestido no me escaparía —dijo poniéndose el saco

No había notado que George se estaba quitando el saco y la corbata para dárselas a Fred

— no puedes sólo dejar que George venga y me diga Amor así cómo así, casi me da un infarto, y menos cuando ve que estoy muy nerviosa, pensé lo peor

𝗨𝗻 𝗰𝗮𝗺𝗯𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱... ¿𝗼 𝗱𝗼𝘀?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora