Al final...la decisión solo te pertenece a ti y no a nadie más...
Tú decides el cuando...
Tú decides el donde...
Tú decides a donde vas...
Tú decides donde te quedas...
Tú decides a quien quieres...
Tú decides a quien odias...
Tú decides quien vive...
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Este mundo es una sociedad de super humanos en el que un 80% de la población tiene un don...
pero este no es mi mundo...
Mi mundo es un una sociedad que aspira a habilidades ninja, muchos son los que aspiran pero pocos son elegidos...
El destino me llevó a encontrarme con otro mundo diferente al mío, cosas bastante interesantes.
Pero no todo es color de rosa...
Pasé hambre...
Pasé frío...
Pasé desvelos...
Pasé por acoso...
Pasé por el odio...
Pasé por la venganza...
Con el objetivo de volverme fuerte entré a la escuela que a educado a muchos héroes, la academia U.A.
Así pude completar mi primera meta, mientras el medidor de venganza y odio interno aumentaba con forme pasaban los días.
Pero no conté con que este mundo iba a atraparme en sus manos...unas increíbles y gentiles manos...
Cuando tenía que regresar a casa no lo hice, tuvieron que llevarme a la fuerza, pero como dije, aquel increíble y gentil mundo me había dado una segunda oportunidad.
Así que sí...esta es mi historia de como cambié mi sueño de ser ninja a héroe y como decidí convertirme en la mejor héroe que este mundo pudo haber tenido antes. .
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Narro yo:
Un lugar cálido y soleado era en el que la clase 1-A estaba a pesar de ser épocas dicembrinas, aunque no estaban ahí por vacaciones, no. Después de todo los héroes nunca descansan y al ser aspirantes tampoco lo iban a hacer.
Aquella isla era su hogar temporal, un pequeño trabajo que les proporcionó la U.A. para su formación.
-¡Oigan! ¡Vamos a divertirnos juntos! -exclamó un par de chicos random a un par de chicas que estaban a gusto en los vestidores de aquella playa.
-¡No gracias! -respondió disgustada una de ellas.
-¡No hagan eso! -pidió la otra, pero ambos chicos se empezaron a acercar a ambas chicas, las cuales no dudaron en correr, pero se detuvieron al ver cómo ambos caían al suelo- ¿Eh?
-¡¿Que es esto?! -exclamó uno.
-¡No me puedo mover! -las chicas buscaron al responsable girando su rostro.
