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Ambos tenían la mirada petrificada en la reciente llegada de Marco. Aunque Jared lograba disimular mucho mejor su nerviosismo, comenzaba a notarse la aceleración de su ritmo cardíaco. En ese momento eran capaces de delatarse solos.

Marco sólo saludó con un gesto dirigido hacia Jared y fue directamente a sentarse en uno de los sillones.

- ¿Qué hace suelta? - dijo en cuanto se percató.

- Ya me encargué del tema.- contestó mirando hacia la mesa ratón que tenía en frente suyo.

- Tienes una forma extraña de encargarte de los temas.

Ignoró el último comentario, como todos aquellos referidos a él y Claire.

Marco no dejaba de mirar a Claire, a la expectativa de cualquier movimiento que ella llegara a hacer, mientras que la joven no dejaba de mirar a Jared.

En definitiva, nadie hacía contacto visual.

Se mantuvieron en silencio un largo rato, cerca de unos interminables veinte minutos, hasta que Marco volvió a hablarle a Jared.

- Bueno...- apoyó los antebrazos en su falda.-... era que estuve hablando con Black.

Jared miró automáticamente a Marco.- ¿Y?

- Lo de siempre.- rió.- Está nervioso, fastidioso, ¡y hombre! Terriblemente molesto.

- Supongo que así actúa un padre, ¿no? - dijo con ironía.

- Supongo.

Hubo un breve silencio una vez más. Y no era porque Marco no tenía nada más que decir. Sino todo lo contrario, solo que no quería decirlo frente a Claire. Por lo que miró fijo a Jared e hizo un gesto dando a entender que ella no tenía que estar.

- Ya es tarde Claire. Ve a dormir.

- ¿Qué? - contestó ella, extrañada.- ¿Ahora me mandas a dormir?

Jared finalmente la miró. Tan amenazante como siempre.- ¿Tengo que recordarte lo que hablamos?

Ella no contestó. Se levantó y subió las escaleras, directo a la habitación. Recordaba todo lo que habían hablado. Claro que lo recordaba. Y lo que habían hecho también.


- ¿La dejas ir sola? - preguntó Marco en cuanto la muchacha ya se encontraba arriba.

- La casa está completamente sellada, fue lo único útil que hizo tu amigo Dylan.

- Ja, ahora es mi amigo.- calló unos segundos y luego continuó.- Bueno, iré directo al grano. El estúpido de Alexander cree que hago magia, y puedo llegar a tener algún contacto contigo...

- ¿De qué hablas?

- Me pidió que intente contactarme con alguno de "ustedes"...- hizo comillas con las manos.- ... y decirles que comencemos los trámites para entregar el dinero.

Jared se quedó callado, mirando la ventana que tenía en frente. El frío ambiente de afuera contra el cálido clima de adentro empañaba los vidrios haciendo que algunas gotas se deslizaran descendiendo hasta el marco de la ventana. Él observaba eso, cada detalle que lo distrajera en ese momento.

- Jared.- volvió a decir Marco.

Continuaba sin responder. Pensaba cada palabra de su respuesta, sabía que si la mataban ahora podría vengar a su hermano, pero aún era demasiado pronto, al menos para él. Y no quería que esto terminase pronto.

- Lo haremos esperar.- reaccionó por fin, cruzando su pierna y apoyando su brazo en el respaldar del largo sofá.

Marco se sintió extraño, era bastante raro que Jared quiera esperar para hacer lo que se tenía en mente, siempre lo había conocido como un hombre que iba directamente al punto, sin poner piedras en el camino.

- ¿Por qué no terminamos con todo esto de una buena vez, Leto? Ni tú ni yo seguimos aguantando a esta desgraciada. Mátala de una vez y deja a Shannon descansar en paz.

El incesante viento de afuera agitaba los árboles y golpeaba las ramas contra el cristal, Jared seguía concentrado en eso, evitando adentrarse al tema, pero era técnicamente imposible ya que las preguntas de Marco eran cada vez más.

No tenía apuro en contestarle, mostraba desinterés y sus ojos marcaban cansancio, apagando sus brillantes pupilas.

- Sólo quiero hacer sufrir más a Black.

- ¡Por Dios Jared, piensa en tu hermano!

Jared se levantó bruscamente.- Pienso cada maldito día en mi hermano, y sé que haga lo que haga jamás descansará en paz, jamás volverá. Lo hago porque quiero que sufra, ¡Que sienta todo lo que me hizo, lo que le hizo! Y lo que te hizo a ti también, era tu mejor amigo, ¿lo olvidas?

- Claro que no lo olvido.

- ¡Bueno entonces debes estar de acuerdo conmigo! - exclamó y luego pausó.- No me importa si Claire es insoportable, o todo lo que quieras que sea, aguantaré cada chiquillada que haga o diga, todo si es por mi hermano.

A pesar del tono fastidioso de su voz, su rostro se mostraba en suma calma, inexpresivo, lo que le parecía sumamente extraño a Marco, cómo alguien podía estar tan furioso y calmo a la vez.

Marco sintió sienta impotencia al oír a su ígneo compañero. No podía hacer nada, él no era el que decidía. De todas maneras, tal vez era mejor esperar, pero, ¿para quién?

Se quedó callado frente a Jared, quien recobraba su postura y se volvía a sentar en el sillón.- Déjame solo.- dijo por último.

Cerró los ojos y apoyó la cabeza contra el respaldar. Se sentía realmente cansado, pero no era particularmente sueño, sino de todo. Su mente se puso en total blanco, y lo único que escuchaba eran aquellas ramas golpeando la ventana, y el viento incesante volviéndose agudo ante sus oídos. Una leve melodía sonaba en la lejanía, mezclándose con el sonido del viento. Era como una caja de música, sonaba tan tierna como tenebrosa.

Una voz de mujer sonaba en conjunto con la canción, apenas se escuchaba lo que decía, era casi inaudible, pero lograba entenderle.

En la totalidad de la blancura, esa canción que no llegaba a reconocer lograba tranquilizarlo un poco, aunque en sí, no entendía el sentido de aquellas palabras, a qué se refería. Sentía en su interior que ya las había dicho antes. Él. La canción comenzaba a apagarse muy paulatinamente, desapareciendo en el frío ambiente.

«¿Qué ves cuando te miras al espejo? 

¿Acaso todo está bien?

¿Qué pasa, Jared?

No tienes nada, ¿no es cierto?

Lo perdiste todo.

Todo.

Estoy aquí, Jared.

¿Acaso no me ves?

Estoy tan cerca de ti que no te das cuenta.

Eres un hombre fuerte, estable. Terco, cínico.

Eres único.

Bienvenido al universo, Jared.»



Silent ScreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora