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Jared volvió a la habitación luego de horas de andar merodeando por las calles. Se había hecho de noche y había olvidado de que Claire había quedado sola en el hotel.

Su mirada estaba semi perdida, confundido por las luces de la noche, la mitad de la luna alumbrando más que cualquier otra cosa, y el número de metal incrustado en la puerta de la habitación, brillando en el tenue pasillo.

- Llegué.- dijo, como si lo hubiera dicho para que alguien lo escuchara, casi había salido como un susurro.

La habitación parecía más vacía que nunca, con solo dos o tres lámparas prendidas y un plato con restos de comida del hotel en la mesada, a la izquierda de aquella alcoba.

Claire salió del baño secando su oscuro cabello con una toalla y una bata puesta.

- Oh... Hola.- dijo desinteresada.

- Tenía que tomar aire.- contestó, largando un suspiro que secretamente descargaba alivio.

- Confías mucho en mí como para dejarme sola por todo un día, y con la puerta sin llave.

El corazón de Jared empezó a acelerarse, cómo se le pudo pasar semejante detalle. A pesar de sus nervios, disimulo tranquilidad y se acercó a la mesada por un vaso de agua.

- No te fuiste cuando pudiste, ¿por qué lo harías ahora? - dijo, dándole la espalda mientras servía agua.

- ¿Qué te hace pensar que no lo haría?

A pesar de todo lo que había ocurrido, Claire aún conservaba esa soberbia en sus palabras, que la hacía sobresalir de los demás.

Jared apoyó la jarra de vidrio sobre la mesada y se quedó mirando el agua del vaso unos segundos, sin contestar su pregunta.

- Si quisiera irme, ahora, ¿podría? - replicó ella.

- Claro.- contestó mientras volvía a servir agua, se estaba poniendo nervioso ante aquel desafío, pero aún así contestaba con total indiferencia.

- ¿Podría? Irme... Y no volver a verte jamás, si quiero, ¿podría?

Jared volvió a apoyar la jarra sobre la mesada y ésta sonó como si se fuera a romper. Frunció el ceño y apretó sus ojos, parecía dolor más que fastidio. Claro que podría irse si quisiera, pero eso no era lo que Jared quería. Sentía repentinas ganas de acercarse, pero su cuerpo no reaccionaba, o su mente lo obligaba a quedarse ahí, frente a su vaso de agua. Comenzó a negar con la cabeza, muy levemente, mientras sus ojos seguían cerrados, pero luego de unos segundos de no contestar, lo hizo:

- Claro.

Claire sintió un golpe en su pecho. Jared simulaba tan poca importancia que dentro de ella le dolía en lo más profundo. De todas formas, no le sorprendía ni esperaba una respuesta más amable, pero aún así sentía cierto desconcierto.

- Entonces me iré mañana por la mañana.

Jared se dio vuelta y la miró, parecía asustado, y no era común esa expresión en su rostro.

- ¿Y por qué no ahora?

- ¿Tanto quieres que me vaya?

- Yo no dije que lo quiero.

- Pues eso es lo que parece.

Jared rodó los ojos y comenzó a caminar hacia ella, quien no se movió un milímetro, y lo miraba como enojada.

- Pero no lo quiero.- dijo una vez que estuvo frente a ella.

Pasó sus manos por los hombros de Claire por encima de la bata de baño, mientras miraba su cuello y pecho aún con algunas gotas de agua.

Silent ScreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora