37

680 60 5
                                    

La pálida piel de Claire se congelaba con el frío del ambiente, pero aún así se mantenía quieta, sentada en el patio trasero de la casa, con las piernas estiradas y la espalda apoyada sobre el cristal de la puerta, congelándose en su interior y exterior. Sostenía un cigarrillo prendido entre sus largos y delgados dedos mientras miraba el césped casi negro y el oscuro cielo de noche que poco a poco se iba despejando pero que aún así, no dejaba que se viesen estrellas, y la luna no aparecería hasta dentro de unas cuantas horas. 

Un abrigo que había encontrado en el armario de Jared le envolvía el torso, pero le dejaba al descubierto las piernas, haciendo que no pueda sentirlas y se vean más pálidas que el resto del cuerpo. Llevaba horas sola, en la absoluta tranquilidad del entorno, sin muchos autos que pasasen seguido y sin vecinos a menos de dos kilómetros que hagan algún tipo de ruido. Tal como era Jared.

Callado, tranquilo, frío y alejado.

Su aliento se hacía visible en el ambiente y se mezclaba con el humo que emanaba el cigarrillo. Su mente estaba totalmente en blanco, no pensaba en nada, ni en su familia, ni en su vida, ni siquiera en Jared, solo perdía su mirada entre el cielo y la enredadera que tenía en frente.

Sus fosas nasales se agrandaban al inhalar el olor del pasto húmedo por el rocío y la humedad del lugar que lentamente la mojaba. Sentía gusto a tabaco en su lengua, desagradable pero terriblemente adictivo. Los golpes del frío en su piel, que insistían con quemarle cada una de sus células. El ruido incesante de los grillos cantando entre ellos en los arbustos, insoportable pero que a la vez le traía recuerdos. Y el brillo del rocío sobre las plantas, que se reflejaban en sus pupilas.

En su vida había tenido un momento de soledad así. Siempre tan apurada, de fiestas, de compras, viviendo algo tan artificial sin darse cuenta que la persona que realmente era estaba oculta detrás de un hombre que comenzó odiando, pero que ahora no podía dejar. 

Podría decirse que Jared le había abierto los ojos ante un montón de situaciones y sentimientos que siendo como era jamás podría haber vivido, aunque no negara que su vida anterior le gustaba, por algo la tenía. Por supuesto que miraba todo de distinta manera, estaba encerrada en una burbuja que de repente estalló, ahogándola. Pero esto, todo esto, luego de aquella noche de Año Nuevo, si sobrevivía, no lo podría olvidar nunca, y menos superar, y por eso seguía teniendo cierto de rencor y odio hacia él.

De repente la imagen de su padre se apreció en sus pensamientos, y se dio cuenta que a pesar de todo, lo extrañaba, y no veía la hora de volver a verlo, abrazarlo. Pero por otro lado, aunque tuviera la posibilidad de irse, no podía, estaba atada a Jared, así lo sentía, simplemente no podía dejarlo, una parte de ella anhelaba volver y otra parte necesitaba al hombre con el que estaba conviviendo hacía semanas y semanas.

El sonido de la puerta principal la sacó de su mundo y volteó la cabeza para ver a un Jared sacándose su saco, con su ceño fruncido, y metiéndose a la habitación sin siquiera buscarla.

Se lo veían algo fastidiado, pero aún así mostraba ciertas expresiones de tristeza que ella notó enseguida, y se dio cuenta de cuánto lo había conocido y cómo podía darse cuenta cuando estaba simplemente enojado o había algo más.

Pero aún así Claire rodó los ojos y volvió a su posición inicial, quedándose otro rato en silencio, con el cigarrillo consumido aún en sus dedos, y con su abrigo desacomodado dejando entrar un brisa que le penetraba en la sangre.

Rato después decidió levantarse y entrar, no tenía idea cuánto tiempo había permanecido ahí desde que vio llegar a Jared, pero aunque hayan sido cinco minutos, fueron eternos.

La puerta de la habitación estaba abierta, pero dentro solo la lámpara de la mesita de noche iluminaba aquellas paredes, y, a medida que entraba allí, iba encontrándose a Jared sentado de un lado de la cama, con los pies en el suelo y dándole la espalda.

Silent ScreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora