Dos años pasaron de lo ocurrido en del templo guanyln.
Jingyi vive ignorando los intentos de su padre en acercase al él, mientras que jin ling se disgusta al ver dicha interacción de padre e hijo ya que su primo tiene el placer de por lo menos tene...
Todos se encontraban en la entrada de los túmulos funerarios, aún no traspasan la barrera sin embargo eso no quita el hecho que todos se encontraban con un gran dilema.
¿Cómo llevarían a tanta gente a Yunmeng y a Gusu, sin llamar la atención?.
Son un total de cincuenta wens contando a wen qing y wen ning, cincuenta y dos si cuenta cuentan a wei ying y a su hijo. Solo seis de ellos tienen espadas, dos llevarían a su amados así que quedaban cuatro pero no puede hacer varios viajes de ida y vuelta.
—¿Y ahora, qué?— preguntó Wen Qing con el ceño fruncido y los brazos cruzados. Nadie supo qué responder, las cosas fueron tan rápidas que ninguno se tomó las molestias de pensar en cómo los llevarían.
Jiang cheng fue el primero en hablar —Puedo mandar una mariposa mensajera a la secta jiang y pedirles que se encuentren con otros a mitad del camino.
—¿Está diciendo que tendremos que caminar?— dramatizó wei ying.
—¿Tienes otra idea?— dijo Jiang Cheng con el ceño fruncido.
—¡Si! ¿Por qué no mandar la mariposa mensaje a que venga por nosotros aquí?.
—Porque sería sospechoso, ver de repente como varios cultivadores de la secta jiang y lan aterrizan en los túmulos funerarios— explicó jin ling.
—Y no queremos que se enteren, debemos mantenernos silenciosos— continuó Jingyi.
Wei ying forma un puchero, siente que fue regañado por dos chicos que vienen del futuro, una pequeña manita golpea suavemente su labios —A-ning no estes triste— la pequeña y dulce voz de a-yuan hace que wei ying relaje su expresiones y sonríe, reparte besos por todo el rostro de su amado hijo logrando sacarle risas.
Al notar que el patriarca se distrajo con su hijo, Wen Qing tuvo que tomar su lugar en decidir las cosas —Líder jiang, haremos como usted diga— dijo mientras hacía una respetuosa reverencia.
Jiang Cheng asiente con la cabeza, se dirige a su esposo quien le entrega una de las mariposas mensajeras. Una vez el mensaje enviado todos atraviesan la barrera para luego ir por los caminos pocos concurrentes.
La buena suerte es que la secta jiang era la más cercana, lo malo es que el viaje seria corto en espada y como iban con ancianos, un niño y dos embarazados tendrían que hacer muchas paradas, así que estarían viajando por varias horas.
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Ya es la tercera parada que hacen y ni siquiera están a mitad del camino. Jiang cheng se sienta en la primera roca grande que encuentra, siente como sus pies duelen.
No quiere pensar cómo sería cuando estuviera en los últimos meses de embarazo, si ya con cuatro meses y medio, casi cinco se siente cansado con los adoloridos no quiere imaginar los siguientes.
Se encontraba tan concentrado masajeando sus pies que no oyó los pasos que se acercaban —Es por caminar por mucho tiempo— la voz de wen qing sorprendió a jiang cheng —Tu hermana esta igual, y apenas tiene un mes y dos semanas— no recibe respuesta —Vi un río por aquí, ve a mojar tu pies eso te hará bien— dicho eso wen qing se fue, dejándolo solo nuevamente.
