Blackcrown - Sangre y Sombras

Capitulo 14

— Bueno — suspiró — no tenía esto en mente cuando dijeron castigo.

Habían llegado en la noche a Mot Sacta y no habían podido ver mucho, no era la ciudad mas iluminada del mundo, además los había recibido una comitiva de soldados no tan amable y un gobernador algo menos amable. Se estaban hospedando en una especie de ¿arena? No lo podría decir a ciencia cierta, parecía un coliseo o algo así, según les habían dicho era el único lugar en la ciudad capaz de “albergar a tantas personas”, se encontraba en el este de la zona baja de la ciudad, según supo de Makiara ahí se realizaban torneos y entrenamientos, sinceramente no había preguntado de donde su compañera sabia eso, era como un libro andante.

— Yo tampoco — le contestó Danira — pero es mejor tener que entrenar con los oseznos que limpiar los establos de Crown Cross — Derily agradeció no estar allí.

— Oseznos — dijo muy consternado Sansoro — que mal nombre para los novatos.

— Al menos no les dicen cariñosamente “fantasmitas” — acotó su hermana de manera sarcástica y al grandote le dio un escalofrío.

—Cómo odiaba que me dijeran así.

El sol brillaba fuerte en el cielo. La arena, que era un ovalo con techo abierto y gradas, literalmente estaba cubierta de arena, pero negra, era rara, ¿de dónde la sacarían? Pensó.

Karum les había dicho que vista la situación extraordinaria que estaban transcurriendo, en lugar de castigo entrenarían con los novatos de la tribu, así aprenderían a defenderse, aunque Derily pensaba que solo Droperk y ella lo necesitaban. Entendió a que se refería su guardiana cuando también llegaron los ignus acompañados por Fotnor Giot, iba a ser un entrenamiento conjunto.

Les habían dado ropa para entrenar a todos, Sansoro estaba feliz de recibir “equipo de entrenamiento” pero no era más que un abrigo extrañamente fino ceñido al cuerpo pero abrigado, un pantalón suelto de tela y una botas bajas, además cuando llegaron le dieron una… cosa que era una placa de cuero que cubría el pecho y estaba adherida a una hombrera, solo una.

Abrazó a Tiri cuando llegó pero no pudieron hablar mucho porque desde el otro lado de la arena, más o menos a unos cincuenta metros entro otro grupo vestido de la misma manera solo que en vez de llevar ropa negra era de un azul oscuro, por lo demás iban vestidos igual. A la cabeza iba un hombre joven con el pelo largo hasta la cintura, trenzado muy intrincadamente y con una cara seria.

— Y aquí están los citadinos — dijo de manera soberbia cuando llego, a lo cual Fotnor resoplo, eran casi de la misma altura pero el ignus era la mitad de musculoso que el otro sujeto.

— Déjalos hermano — hablo otro muchacho, algo más joven, con el mismo trenzado en su pelo gris pero este tenía una expresión mucho más amable — buenos días, soy Sajta — se presentó, cuando al fin llego, caminaba lento — este amargado de aquí es mi hermano Bakut.

El “amargado” se dió media vuelta y fue hasta unos estantes que estaban a unos veinte metros sobre la pared y allí se quedó.

— Bueno — dijo Sajta ante la situación — el no siempre es así… — se quedó pensativo — bueno si… pero es buena persona — pensó otra vez — muy en el fondo — volvió del divagamiento — como sea, bienvenidos a la arena de Mot Sacta, las peleas son los miércoles y viernes en la tarde, el resto del tiempo sirve como campo de adiestramiento para nuestros oseznos.

Por lo que Derily podía ver los novatos tampoco estaban contentos con ese apodo, eran unos quince y todos tenían caras de no haber dormido.

— Soy Fotnor Giot — se presentó — ignus de primera clase y tutor de estos jóvenes, un gusto.