Las dos figuras de rojo se desvanecieron en humo al igual que cómo aparecieron, en un instante. De entre los últimos vestigios de la niebla roja surgió una figura, una criatura similar a un gato gigante de color negro pero este tenía dos colas de escorpión. La situación era un caos, todos trataban de salir, el monstruo se acercaba peligrosamente a Kimon, qué aún trataba de liberarse y a la muchacha que estaba tendida en el suelo.
— ¡Fotnor! — gritó Karum entre la multitud — ¡llévalos arriba! — le hacía señas hacia el palco y el instructor ignus asintió y los empezó a guiar, su instructora les gritó a los hermanos — ¡Sansoro, Danira, vamos! — dicho eso los tres saltaron el pequeño muro y cayeron dos metros hasta la arena, todos desenvainando sus hojas de luna. Fuera de la situación fue una acción coordinada perfecta.
— ¡Vamos a un lugar seguro! — le gritó Tiri empujándola, pero ella estaba agarrada del muro viendo la situación.
— No puedo — murmuró y siguiendo los pasos de los otros nigromantes saltó ella también, mientras escuchaba a Tiri gritar su nombre.
Cayó al suelo y el impacto la dejó sin aire, aunque trató de rodar un poco cuando caía no funciono, pero impulsada por algo se levantó y corrió hacía dónde estaban sus compañeros e instructora, mientras materializaba su propia hoja.
— ¡¿Qué haces aquí?! — la regañó Danira — es peligroso.
— No podía quedarme quieta — le respondió con convicción.
— ¡Ya no importa! — gritó Karum — ¡cúbranme! — sin darle tiempo de procesar la orden Sansoro gritó y comenzó a correr en dirección a la criatura junto con su hermana.
El monstruo rugió y clavo sus colas en el suelo, este empezó temblar y a agrietarse. Toda la situación era muy apabullante para Derily, los gritos de las personas tratando de huir del estadio no la dejaban pensar bien y ahora el suelo temblaba, no sabía qué hacer. No tuvo mucho tiempo para pensarlo, desde dentro de las grietas comenzaron a abrirse paso hasta la superficie cuerpos putrefactos que emanaban vapor negro.
— ¡Necesito más tiempo! — gritó Karum y ella supo que hacer, debía luchar.
Una de las criaturas se acercó con una herrumbrosa espada hacia las dos y Derily se enfocó. Con un movimiento rápido de su mano lanzo su cuchillo hacia el monstruo y al clavársele en el cuerpo se disolvió en polvo negro, hizo regresar la hoja a su mano y así destruyó a cada uno de los cadáveres que se acercaba, había contado diez cuando en un lanzamiento su cuchillo reboto sin hacerle daño ni disolverlo, ese sería más difícil, estaba pertrechado con una vieja armadura de hierro, oxidado, pero sin cuerpo a la vista.
Con su cuchillo en la mano estaba preparada para enfrentarse quizás a su muerte pero su contrincante se encendió en llamas y un pequeño jabalí corría por ahí quemando a todos los cadáveres que podía.
— ¡Te dije que no me hicieras esto de nuevo — la regañó Tiri un poco llorando, venia caminando desde la entrada norte a la arena — si luchamos, luchamos las dos! — le dió un golpe en el brazo y después la abrazó.
— Perdón — no tenía manera sutil de disculparse por romper esa promesa — me dejé llevar.
— Fue un buen salto — le reconoció su amiga — ahora, ¿qué hacemos? — le preguntó.
— Hay que proteger a la señorita Monfequi mientras hace… — miró hacía atrás a su instructora arrodillada en el piso — lo que sea que esté haciendo.
Derily y Tiri se colocaron espalda con espalda con los cuchillos en sus manos, como habían hecho hace ya algunas semanas, ella esperaba que esta vez si saliera bien. Su amiga intentó golpear a uno con su cuchillo pero esta reboto sin hacerle nada, no lo disolvía como su hoja hacía.
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Blackcrown - Sangre y Sombras
FantasíaSu curiosidad la ha llevado al limite, ahora debe partir hacia su castigo, se enfrentara a desafíos que pondrían de rodillas a cualquiera y terminara destapando algo peor de lo que se podría imaginar. ¿tienes la fuerza para conocerla? ¿tendrá ella l...