Blackcrown - Sangre y Sombras

Capitulo 26 Parte 1

Tryona, año 395 D.P.

"Encontré un par de hojas y un viejo lápiz de carbón, no se porque escribo esto, temo que no podamos volver con vida.
Estamos en una torre que data seguramente de la última rebelión roja, su estado no es muy bueno, apenas tiene techo con el que cubrirnos, la comida está en su límite, no sé cómo darles valor a los demás.
Los Maugters están bloqueando el único camino que hay para salir de aquí y siendo objetiva no podemos enfrentarlos, contamos al menos cien, somos nueve, Trom Garniker y Madna Valakar murieron mientras huíamos, esta mañana nos despertamos con sus cabezas en lanzas frente a la entrada. He ordenado un guardia, pero sé que no tiene ningún sentido, si quisieran matarnos ya lo habrían hecho. No sé qué están esperando..."

— Jefa — le habló Maten Bonpa. Aquél niño de dieciséis años que había visto hacía nueve meses con cara de asustado al recibir una espada ya no estaba — estamos haciendo un conteo de provisiones, ¿tiene alguna en su equipaje? — Tryona lo pensó y recordó que le quedaba algo.

— En un momento voy — dijo y lo despachó, vió como el joven bajaba las escaleras hasta el piso de abajo.

"...quisiera poder salvarnos."

Terminó de escribir e hizo un rollo de los papeles, los guardó en la mochila y rebuscó en ella para ver si encontraba algo, rezó para hacerlo y sus plegarias fueron atendidas, en el fondo del bolso de cuero negro había un envoltorio de papel con un par de tiras de carne seca, sus ojos se llenaron de lágrimas, su madre las había preparado antes de que salieran, hacía ya meses, de la capital y las había guardado con recelo durante todo ese tiempo. Se arrodilló en el suelo y abrió con cuidado el envoltorio, no eran más que tiras pequeñas de carne de ciervo y algún otro animal, pero para ella y sus compañeros en este momento era un poco más de tiempo para pensar cómo superar esta situación. Envolvió otra vez la preciada comida y salió corriendo escaleras abajo. Intentó volverse sombras pero no lo consiguió, trataba de hacerlo hace ya años pero se había intensificado su deseo de lograrlo este último tiempo, eso nos salvaría, pensó mientras llegaba a la planta baja.

Cuando llegó, el panorama era algo más animado que lo que había sido los últimos días, al menos tenían algo que hacer y no sólo contar cuanto tiempo les faltaba para morir. Allí estaban todos los niños a su cargo, ambos Maten, Lanka, Bentaro, Salkira, Tokp y las hermanas Monfequi, Karum que estaba anotando la comida que tenían y Vanira estaba sobre el muro vigilando, y leyendo un libro, como siempre hacia o al menos había estado haciendo durante los últimos meses.

—Jefa — volvió a dirigirse a ella Maten Bonpa — ¿consiguió algo? — ella levantó el paquete de carne seca y la cara de todos brillo.

— Préstemelo — Karum extendió las manos y ella le dió el envoltorio con las provisiones, la muchacha lo abrió y con un cuidado extremo contó las tiras sin tocarlas mucho — bien, entonces tenemos — anotó algo en una hoja — siete tiras de carne seca — revisó las lista otra vez — además de dos manzanas, dos cantimploras de agua llenas y una a medio llenar — chequeo la desvencijada mesa — Lanka podrías decirme ¿de donde sacaste un conejo? Estamos en la cima de una montaña — la hermana del otro Maten miro a Karum con su usual expresión adusta.

— No — y habiendo hecho ese derroche de palabrería se fue escaleras arriba, la menor de las Monfequi movió la mano como si quisiera decir algo pero inmediatamente bajo la mirada al papel que escribía.

— Bueno, eso es todo lo que tenemos — la muchacha se veía cansada y con ojeras, eso la frustraba mucho, como su capitana debería poder hacer algo pero ya no tenía opciones.

— Bien hecho — al menos podía seguir alentándolos — a todos. Bentaro, Salkira pueden dar unas vueltas, a ver si pueden conseguir leña — ellos asintieron — no se alejen mucho — les dijo antes de que se fueran — es peligroso — se sintió algo mareada y se recargó en la mesa, la cual chirrio bajo su peso.