Epilogo

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Se estaba preparando en su habitación. Esa noche era la cena que tanto tiempo llevaban esperando. Se había puesto su mejor ropa, no es como que tuviese mucha, pero Makiara le había regalado un traje completo el color gris claro cuando despertó. Consistía de un pantalón ligero liso, unas botas a juego de caña corta y una camisa también gris ceñida al cuerpo. Estaba fascinada mirándose al espejo y se perdió en eso hasta que golpearon la puerta. Corrió a abrir y allí estaba la muchacha de cabello blanco rapado, llevaba puesto un vestido vaporoso hasta la rodilla color uva muy hermoso.

- ¿Lista? - preguntó ella cuando la vio vio.

- Siempre - contestó Makiara al otro lado de la puerta - te ves hermosa - le dijo mientras bajaban las escaleras.

- Tu igual - en ese momento agradecía de que su edificio tuviese una pésima iluminación o vería su cara sonrosada.

El lugar en el que comerían era el pequeño restaurante frente a su departamento, allí donde Derily compraba queso siempre.

Cruzaron la calle y entraron al lugar, allí estaban todos, Tiri, Sansoro y Danira, Droperk, Torg y Milum, Karum y el señor Giot, que sostenía a un bebe en sus brazos. Hasta Gorm y Kimeria estaban allí.

Después de saludar a todos se acercaron al ignus mayor a ver a quien cargaba.

- Es mi nieto - dijo a la vez emocionado y triste - Magre Giot - Derily lo abrazó, si bien nunca había hablado demasiado con él, el sufrimiento de haber perdido a su hija debía ser terrible.

Todos se sentaron y el señor mayor que regentaba el restaurant después de giñarle un ojo, ¿porque? Ella no lo entendía, pero comenzó a traer plato tras plato de todo tipo de comidas.

- Atención por favor - se levantó Tiri - yo les prometí esta cena, al principio solo fue algo efímero que pensé que quizás nunca se cumpliría - levantó su copa al aire - pero aquí estamos y no podría estar más feliz - su amiga estaba dando el mejor discurso de su vida - y si bien la guerra está lejos de terminar, disfrutemos el momento - todos incluida Derily levantaron las copas y dieron una fuerte ovacion.

Vanira había comenzado una nueva guerra, había puesto patas arriba todo, había matado a mucha gente y casi la mato a ella muchas veces, pero estando allí, con todos sus conocidos supo que nada podría con ellos si se mantenían juntos, esta guerra la ganarían y, seria de una vez y para siempre.

Blackcrown - Sangre y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora