Capitulo 37

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En la mañana despertó con el sol en los ojos, pero sentía que no había dormido nada. Su cuerpo dolía más que el día anterior, pero eso era algo recurrente ya, así que no se hizo demasiado problema. Se levantó y se puso su saco, todavía tenía algunas manchas negras, las más grandes no las había lavado la lluvia, pero al menos todo estaba seco.


Caminó sin saber muy bien dónde estaban los demás hasta que se asomó por la ventana. Allí estaba todo el nuevo grupo, Tiri, Sansoro, Danira, Gorm y la capitana Bancer, preparando una especie de petos de cuero parecidos a los que llevaban los soldados. Ella bajó del primer piso y salió a la plaza para verlos. Todos la saludaron y Maiko los junto.


- Bien - empezó - ahora que estamos todos así vamos a proceder - señaló hacia la fuente que había a unos veinte metros - entraremos por la rendija de desagüe que muy amablemente el señor Saferine quitó - el creador asintió - seguiremos el mapa y con algo de suerte llegaremos a nuestro destino en media hora - se volteó hacia Gorm - ahora es tu turno.


El muchacho estaba allí parado, ya no parecía el chico flaco que había huido de vergüenza el día de la partida, tenía una expresión más seria y madura. Usaba los mismos anteojos negros en el cuello que todos los demás creadores y en algún momento se había recortado el pelo, volviendo así a su apariencia normal. Estaba vestido como ellos, aúnque no llevaba su saco, solo tenía ese pequeño peto de cuero y llevaba su martillo en la cintura.


- Esto - tocó la armadura que llevaba - es una protección básica de soldados - explicaba con un tono firme - conseguimos las que pudimos e hice algunas modificaciones en algunas - no miró a Danira pero Derily sabía a qué se refería, su compañera tenía un busto un poco más grande que las demás - además conseguimos espadas - señaló a la mesa donde habían armas cortas, también eran las de la milicia.


- Gracias - le dijo la capitana - no les pediría esto nunca - comenzó a decir - no soy partidaria de que civiles vayan a la batalla y menos que intenten recuperar una ciudad - ella también se había rapado otra vez - prometo que daré mi vida para protegerlo si es necesario - sacudió su cara, Derily supuso que tratando de no llorar - bien, equípense y vamos, los demás grupos salieron hace algunos minutos.


Todos se acercaron a la mesa y procedieron a pertrecharse bien, ella se puso el peto pero lo termino ajustando con la ayuda de Tiri.


- ¿Crees que estaremos bien? - le preguntó su amiga de forma nerviosa y ella se volteó, Tiri no había sido partidaria de la idea del grupo.


La ignus no llevaba su abrigo, tampoco le hacía falta, no sentía la temperatura. Tenía su pelo recogido en una trenza y ya se había puesto a espada en la cintura.


- Una vez alguien me dijo - uso su mejor tono solemne - que las preocupaciones no eran nada para dos amigas - le recordó la frase que ella misma le había dicho a Derily hace unos años.


- Que sabia - reconoció Tiri con un tono burlón.


Blackcrown - Sangre y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora