Capitulo 17

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Despertó en la mañana con dolor de cabeza, no había podido dormir bien, repetía una y otra vez toda la situación sin quererlo, ¿qué había hecho para merecer eso?, solo era una chica normal, se repetía, pero muy en el fondo sabía que eso ya no era del todo cierto.

Se vistió y cuando levantó la vista vió las cenizas en el brasero y se sintió mal, no era necesario hacer aquello, no lo era y ahora no tenía una pluma, lo cual era genial, no sabía dónde podía conseguir otra. Derily acomodo su cuaderno bien en su bolso y vio el libro negro, él la atraía como un imán a un trozo de metal, aunque no sabía cómo leerlo, acarició su recazo de cuero tallado, pero apartó la mano, eso la había metido en problemas en primera instancia, solo que no tenía el valor de echarlo al fuego, no aun.

Dejó todo en su lugar y salió fuera, con un poco de dificultad y rengueando, pero ya no dolía tanto. En la arena estaba nevando, por primera vez en algunos días, todos estaban entrenando bajo la supervisión de Sajta y el señor Giot, Karum y Bakut estaban hablando sentados bajo las gradas.

Se sentó en un banco que estaba cerca de la puerta y al girar la cabeza hacia su derecha vió que Makiara también estaba sentada en el banco con los ojos cerrados, se arrastró por sobre la madera pulida y se detuvo junto a ella.

— ¿Hoy no entrenas? — le preguntó a su compañera, su voz sonaba mal, casi difonica y esta abrió los ojos lentamente.

— No me dejan — contestó refregándose los ojos — noquee a cuatro personas y ya no me quieren entrenando, dicen que no me hace falta — Makiara la miró de arriba abajo con algo en su mirada que no reconocía — ¿y tú como estas?

— Podría estar mejor — suspiró — pero también podría estar peor.

— Deberías hablar con tu amiga — señaló a Tiri que estaba luchando con Sansoro, no le daba respiro al grandulón, realmente se estaba esforzando mucho — hasta yo noto que no está bien.

Eso era algo que ella veía hace algunos días ya, desde lo que ocurrió en la torre está tratando de comportarse normal pero Tiri no estaba bien y como su mejor amiga era su deber darle apoyo, aunque ella misma este en esa situación.

Terminaron poco antes del almuerzo y Derily esperó que pasara todo el grupo, lo que menos quería hacer en ese momento era retrasar a los bastante hambrientos participantes, eso y que no se podía levantar, lo bueno es que Makiara lo noto.

— ¿Necesitas ayuda? — preguntó sabiendo que sí la necesitaba y Derily asintió. Su compañera la levantó con bastante fuerza del banco y la ayudó a caminar sala adentro hacia el comedor.

— Gracias — sentía que su pierna quemaba — mi rodilla no quedo bien — como de costumbre Makiara no dijo nada, no era muy habladora.

Todos se alegraron de verla, pero Tiri evitaba mirarla por alguna razón que ella desconocía, igual no había lugar cerca de su amiga así que se resignó a sentarse entre la peliblanco y Torg, que al parecer ya había podido entrenar, solo que lento, su brazo aun dolía, pero ya lo podía mover un poco y no soportaba estar quieto más tiempo. La comida estaba deliciosa como siempre, zanahorias, batatas, algo de carne asada, una delicia, la extrañaría cuando partieran en unos días.

Cuando terminaron de comer buscó a Tiri con la mirada pero al parecer la ignus ya se había marchado, así que juntó las fuerzas que le quedaban y salió a buscarla. Caminó por la arena, con lentitud, pero la recorrió entera y no había rastro de su amiga, salió fuera del edificio e instintivamente se dirigió al lugar del hecho y allí estaba, sentada junto a un árbol junto cerca de un bracero y dentro de un círculo extraño.

- ¿Me estás evitando? – preguntó en un tono demasiado brusco y se sentó… lanzó sobre el suelo.

No hubo respuesta, seguía meditando en ese círculo rojo, ahora que lo veía más de cerca se parecía mucho al que había usado hace unas semanas para hacer el trato con Tirfon.

Blackcrown - Sangre y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora