Blackcrown - Sangre y Sombras

Capitulo 29 Parte 1

Cómo describir el estadio si no es como ridículamente inmenso, según escucharon por ahí en el cabían cincuenta mil personas, o lo mismo que decir la población de toda la tribu Bragter junta. Por suerte o por casualidad Karum y Fotnor habían conseguido, y reservado, asientos junto a la arena, literalmente podría saltar un pequeño muro y caer en el campo de lucha.

Cuándo llegaron ya estaban todos allí, solo faltaban ellos.

— ¿Dónde está Makiara? — le preguntó Karum apenas se sentó y Derily le contó lo que había pasado fuera del estadio — que extraño — contestó después pero no tocó el tema otra vez.

Un hombre caminando hacia el centro del estadio llamó su atención, llevaba un extraño adorno naranja en la cabeza y lentes pero estos eran negros, ¿Qué vería con ellos? Él se aclaró la voz y su sonido retumbo por todo el estadio, eso la sorprendió.

— ¡Damas y caballeros! — gritó, era un presentador — ¡¿están listos para la final del torneo de apertura?! — preguntó y en las tribunas se alzó una ovación. Un retumbar de miles de voces — en este lado tenemos al terror de los Maugters, el gigante de Mot Sacta, Nivark Batar.

Era difícil describirlo cómo hombre, era enorme, cómo dos o tres Sansoros. Llevaba puesto un pelaje de gato a modo de pantalón-pollera y nada arriba, no hacia tanto frio pero eso le parecía una exageración, su pelo trenzado, como era normal en los Bragters, le llegaba hasta la cintura y tenía cicatrices de zarpazos en todo el cuerpo, incluyendo la cara.

— Un hombre de temer, eso seguro — siguió — ¡y por este lado tenemos a la flamante dama de los bosques! — sonó otra ovación, pero esta vez aun mayor — dicen que es inmune a veintisiete tipos de venenos diferentes y su sangre es toxica, ¡los "ojos verdes" de Varkaria, lady Gia Tarbis!

No hay más adjetivos que deslumbrante para describirla, era una mujer de piel negra y ojos blancos, su pelo gris oscuro era corto, casi rapado y vestía completamente de verde.

Mientras el presentador seguía alagando y agrandando la leyenda de los dos contendientes pudo ver de reojo a su derecha como Danira y Sansoro intercambiaban bolsitas de cuero, estaban apostando supuso, hasta Droperk hizo lo mismo, un mes con el grandulón como compañero le basto para volverse una mini versión del él. Miro hacia la izquierda inspeccionando todo y sobre el palco vió a Tryona, con Kimon parado atrás, a una mujer de verde con una corona alta y a un hombre, se veía normal, pero si estaba allí arriba seguro que no era alguien ordinario.

— Pero antes de comenzar — dijo el presentador sacándose los lentes — un día como hoy pero hace ya quince años se firmaba la paz — hizo un gesto con las manos como mostrando el terreno — aquí mismo donde estoy parado. Desde ese momento se inauguraron los juegos como una manera de hermandad — volvió a ponerse los lentes y cambió de tema sin terminar — ¡y he aquí a nuestros gobernantes favoritos! — gritó y señaló al palco donde estaban todos — la máscara del inolvidable torreón oscuro y miembro de la trinidad de Blackcrown ¡Tryona Cormorc! — la mujer se levantó y saludó, llevaba su característica mascara blanca y su corona de hierro, la multitud aplaudió — y a su lado una de las mujeres más hermosas que han visto mis ojos — todos rieron — la reina del bosque y cabeza del clan de las ranas, ¡la radiante reina Jinug Tarbis! — que curioso, pensó, tiene el mismo apellido que la competidora — por último, pero no menos importante nuestro jefe, la persona que mantuvo unidos a los Bragters en sus momentos más oscuros, el padre de los osos ¡Matka Arbrk! — la ovacion fue más grande para él, pero era entendible, era el gobernante de la mayoría de las personas en esa tribuna — ¡y sin más preámbulos que de inicio el combate!

Sinceramente no le interesaba mucho el combate así que no le presto demasiada atención, solo vio que después de dos golpes muy certeros con un bastón negro el “gigante de Mot Sacta” cayó al suelo y no se movió más, y así Gia Tarbis se consagro campeona del torneo de lucha de apertura de los juegos anuales.