Blackcrown - Sangre y Sombras

Capitulo 38

Ella trepó ultima por la cuerda, con bastante esfuerzo. No tenía mucha fuerza en los brazos, nunca la tuvo, siempre fue algo escuálida, aúnque después de todo lo que había pasado su cuerpo había crecido un poco, se sentía más fuerte.

Estando arriba se escondieron dentro de la fuente, recostados sobre su superficie de piedra ya sin agua, el panorama no era alentador. Había cadáveres rondando por todas partes y a lo lejos, a un par de cientos de metros estaba el Morfag paseándose por las calles.

- Nosotros lo distraeremos todo lo que podamos - le explicó Sansoro mientras él y su hermana dibujaban algunos círculos, ella no paraba de sentirse confusa, suponía que tampoco podían invocar nada - contamos contigo - dijo cuando terminó de dibujar y golpeó el suelo.

Desde los tres dibujos que había allí salieron una hiena, una especie de criatura lobuna que se mantenía erguida en dos patas y algo que parecía un oso pequeño de unos setenta centímetros, pero que tenía cuernos de toro, todos eran construcciones de energía, no eran corpóreos.

Salieron corriendo hacia la criatura principal, con sus invocaciones detrás de ellos y sus espadas en la mano, todos los cadáveres los siguieron, despejando la zona. Cuándo se aseguró de que no quedaba nadie ni nada se levantó del suelo y echó a correr por la calle principal. Maiko hacia unos minutos le había contado que había un edificio grande, una especie de hotel o centro de alojamiento, era posible que se hubiesen refugiado allí.

Cruzó por fuera de varios lugares y edificios pero todos estaban vacíos, y con las puertas abiertas. Ya había comenzado a frustrarse cuándo en la esquina noroeste, sobre el límite de la plataforma encontró una construcción diferente, era más ancha de lo normal y tenía siete pisos de alto, si, parecía un hotel, pero eso no fue lo que llamó su atención, la puerta estaba cerrada, las ventanas cubiertas pero hubiese jurado que logró ver raíces moviéndose en su interior. Se acercó a la puerta doble de madera oscura y la empujó pero no pudo moverla, lo intentó varias veces sin un resultado diferente, era como si nadie estuviese allí, pero Derily estaba segura de que no era así.

No sabía qué hacer, no podía gritar, eso solo haría que los cadáveres y el Morfag vinieran, pero tampoco podía dejar pasar el tiempo así como así, Sansoro y Danira no aguantarían mucho tiempo luchando contra tanto, aun con sus invocaciones siguen siendo apariciones, al igual que ella. Tocó nerviosa el pomo de su espada y se le ocurrió una idea, esperaba que no fuese demasiado mala. Desenfundó el arma, era más pesada y más grande que su hoja pero ya había "usado" una en la torre así que no se sentía tan molesta ya. Sosteniéndola con ambas manos la infundio de su energía, cuando abrió los ojos había funcionado, el arma emitía un tenue brillo purpura, acerco con cuidado la punta a la puerta y algo la repelió lanzando el arma, y a ella, un par de metros hacia atrás, por eso no se veía nada, era una ilusión.

Tardó unos segundos levantarse después de ese golpe, había sido bastante fuerte, esa barrera debió hacerla alguien con mucha fuerza y energía, siendo que esas criaturas negras responden y anulan la magia, y no la notaron. Ahí dentro definitivamente había alguien y no se iba a rendir, sus amigos dependían de ella en ese momento. Levantó su espada del piso y la volvió a poner en su funda.
Hizó aparecer su hoja, todavía estando a unos diez metros de la puerta y la lanzó en contra de la madera, para su sorpresa el arma traspaso la barrera sin esfuerzo alguno y se incrusto en el objetivo. Al principio no ocurrió nada pero inmediatamente se arrepintió de lo que había hecho, raíces empezaron a extenderse hacia ella desde todas las direcciones y en cuestión de segundos la atraparon completamente, al principio no ocurrió nada, ella estaba allí, envuelta en plantas sin más, no la apretaban, no la dormían, no nada, pero después de quizás algunos segundos la puerta se entreabrió y se volvió a cerrar rápido.