Capitulo 24

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Makiara y Sansoro iban tirando del carro cuando, al atardecer, el camino giró hacia el sur y se encontraron mirando una mole gigante.

— La “arena del vacío” — explicó Danira emocionada — el estadio de Mot Bonaton.

— Es… — ella no encontraba la palabra — bestial — lo era, tenía diez veces el tamaño al de Mot Sacta.

— No puedo esperar a mañana para ver los combates — estaba eufórica.

Los guardias Bragters, vestidos de telas naranjas y portando knotons con grabados en metales, los guiaron a través de la empedrada calle principal hasta la llamada zona residencial “A”, la más cercana a la arena, al edificio de gobierno y al cuartel militar central, ella no entendía por qué, pero la zona era linda y no se iba a quejar. Había tantos edificios que no podía contarlos, todos eran iguales, tenían cuatro pisos, estaban pintados de un color crema extraño y tenían tejas naranjas, a su grupo y a los ignus los situaron en el cuarto edificio, tenía vistas a una pequeña plaza y al acantilado, ella ya sabía que cortina no iba a abrir.

— Bien — habló el señor Giot cuándo estaban todos en la planta baja — se les asignaron los tres pisos superiores a ustedes y las dos habitaciones más grandes en el primer piso son para la señorita Karum y para mí.

— Tienen nueve habitaciones, divídanse como quieran — agregó su instructora, dicho eso los dejaron solos abajo y ellos subieron la escalera.

— Yo tengo que cuidar de mi hermana — Torg fue el primero en hablar — se resfrió durante el viaje, así que voy con ella — Milum los saludo con la mano mientras se sorbía la nariz y ambos subieron también.

— Bueno, dos menos, Sansoro y Droperk — Danira era muy buena organizando — ustedes van juntos a alguna del segundo piso — los chicos no presentaron objeción — amargada tu vienes conmigo — claramente Makiara no estaba contenta con ese apodo ni con que decidieran por ella — ustedes dos van juntas a alguna habitación en el tercero.

— Siempre el tercero — refunfuñó Derily, su apartamento en la capital también estaba en el tercero.

Retiró sus palabras apenas entraron al cuarto, no se parecía en nada a su pequeño dos ambientes. Este estaba alfombrado en un naranja pálido, tenía dos camas súper altas, ventanales enormes, un baño con bañera y un hogar hecho en piedra gris.

— Esto es una mejora — fue lo primero que se le ocurrió.

— ¿De dormir en el suelo dices? — preguntó sarcásticamente su amiga — no creo.

— Extrañaba el calor y una cama blanda.

— No te puedo seguir en lo del calor pero si, estas camas son una nube — Tiri ya había escogido la suya, en la ventana, ella no objeto, la vista al vacío no era algo que le gustara — y nada como la vista al acantilado, y al mar, ¿no, De?

— No voy a responder a eso — contestó y su amiga comenzó a reírse.

— Oye quizás deberíamos darnos un baño y luego salir a ver la ciudad ¿no? — propuso Tiri — quiero ver la noche de esta ciudad.

— No sé si tengo la fuerza — dijo un poco frustrada y se tiró junto a su amiga — además preferiría dormir, mañana será un día largo y ahí sí que podremos salir a comprar, y ver peleas.

— Nunca he visto una pelea en mi vida.

— Yo tampoco — rió — pero deben ser entretenidas, Danira estaba emocionada.

— No creo que sea un buen parámetro para juzgar las cosas — replicó la ignus.

— Creo que no — volvió a reír — pero al menos probemos, además se supone que luchan miembros de todas la tribus y la capital — estaba buscando generar interés en la muchacha que tenía en frente — además, no quieres ver como pelean los profesionales.

Blackcrown - Sangre y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora