Capitulo 32

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Descubrió que el bamboleo del carro la hacía dormir rápido, la noche anterior había descansado como hacía mucho no podia.

Se despertó con un panorama diferente, ya habían salido del bosque y estaban quietos, ella se puso el abrigo y salió al aire frio, los ignus ya habían derretido la nieve de toda la zona, Derily supuso que era donde se iba a asentar su campamento temporal mientras los animales descansaban. Miró en busca de su amiga y vió a lo lejos a todos los ignus juntos, si no se equivocaba la persona que estaba dibujando en el suelo era Tiri, al terminar el circulo Derily tuvo un deja vu, al igual que cuando había invocado a Tirfon hace más de un mes el circulo comenzó a brillar en rojo, como estaba a unos veinte o treinta metros no podía ver muy bien pero algo podía entender, su amiga se cortó la mano al igual que hizo la primera vez y se veía como movía los labios, probablemente un cantico y unos minutos después del circulo salieron volando un par de aves, dos pequeños pájaros negros, demasiado diminutos para ser cuervos, quizás eran tordos, un escalofrió recorrió su espalda, ¿Por qué tenían que ser aves? Al menos estas son corpóreas, pensó. El espectáculo fue bueno, después de revolotear alrededor de la ignus ambas criaturas se encendieron y subieron en un espiral de fuego, desde allí, escondida detrás del carro podía oírla reír.

— ¿Que ves? — habló alguien desde atrás y ella dió un gritó — lo siento — ella se dió vuelta y vio reír a Sansoro.

— Me asustaste — le recriminó riendo también — miraba el ritual de lazo — volvió a asomarse pero ya habían terminado aunque aún seguían hablando.

— Oh, sí, llevan así desde la mañana — explicó el grandulón — me da curiosidad pero tenía cosas que hacer — ella lo miró con más detenimiento, se veía agitado y llevaba un hacha en la mano.

— Si… — levantó el hacha asintiendo con una expresión terrorífica y Derily tragó sonoramente — tuve que cortar leña — dijo y puso su cara natural mientras volvía a reír, eso la había asustado un poco no sabía por qué — vamos — le dió una palmada en el hombro — Danira y Droperk están haciendo el desayuno — su panza rugió y ella siguió a su compañero, tenía hambre.

Se acercaron caminando a una fogata cercana a los árboles y, vió a Danira y Droperk discutiendo. Al llegar se enteró de que estaban peleando porque la muchacha decía que debían hacer café pero el niño decía que él te de hojas violetas era una delicia.

— ¿Dónde hemos conseguido café y té? — le preguntó a Sansoro.

— Los Bragters nos dieron algunas cosas — explicó — pero estamos con la comitiva de una gobernante, tienen muchas provisiones — se veía que eso le encantaba.

Y con buena razón el fortachón estaba feliz, cuando se sentaron vieron pan, huevos revueltos, algo de carne negra, de su ahora animal favorito, el pollo negro. Que animal de bien, cruzó por su mente mientras daba un mordisco a la carne. Sus compañeros habían decidido tirando una moneda y ahora tenían te violeta.

— ¡¿Qué?! — todos reaccionaron sonoramente cuando les contó que ya no tenía la marca.

— Yo también quiero eso — dijo Danira mientras daba un sorbo al te y ponía cara de asco.

— Tryona dijo que… — no la dejaron terminar que todos desviaron la vista y ella volteó para ver el motivo de la distracción.

Detrás de ella se acercaba caminando Tryona junto con la señorita Monfequi y dos de los guardias que siempre acompañaban a la máscara.

— Buenos días — habló la mujer cuándo llegó, esta vez portaba la máscara pero no la corona — la señorita Madaro ya debe haberle comentado la noticia — todos quedaron estupefactos y la miraron.

— En eso estaba — dijo un poco por lo bajo — se me adelantó — Tryona le tocó el hombro a modo de disculpa y volvió a hablarles a todos.

— Conociendo la situación y dado su esfuerzo en el campo — su tono era muy engalanado — no solo en una si no en dos situaciones — la pelea en la torre y en el coliseo supuso — serán absueltos de su castigo — todos estallaron en vítores y la máscara procedió a llevar a cabo el mini ritual.

Una vez terminado se marchó seguida por sus guardias, todos estaban felices incluyendo a Karum que esperó a que Tryona ya no estuviese a la vista y les dió un abrazo a todos.

— Esperó el año que viene no verlos aquí — dijo sinceramente la señorita Monfequi — me gustaría que tuviesen un año completo de educación normal.

— No podríamos dejarla sola — dijo Danira.

— Además no podemos perder la racha — añadió Sansoro — ¿vamos por seis? — le preguntó a su hermana mientras levantaba la mano.

— ¡Vamos por seis! — asintió ella y chocó la mano levantada.

— No tienen arreglo — Karum sonrió mientras miraba a todos de una forma maternal.

— ¿Cómo esta Kimon? — preguntó después de haber terminado de desayunar — ¿y la chica? — agregó.

— El señor Ractap ya está recuperándose — explicó la señorita Monfequi mientras daba un sorbo a su te — no sé como pero esa red drenó toda la energía de su cuerpo.

— ¿Eso es posible? — interrumpió Droperk.

— Al parecer si — acotó Danira.

— Y la muchacha no es otra que Vantara — dijo como si fuese obvio quien era — la hermana mayor de Kimon — ella sabía que esa piel gris liliácea no era frecuente — está mejor, pero aun sigue inconsciente, hasta ahí les puedo contar, no estoy autorizada — le dió otro sorbo — lo siento.

Karum les explicó que en media hora se irían de allí, algunos nigromantes que iban con ellos les habían dado energía a los caballos y ya estaban listos para salir, también les dijo que lo ignus ya estaba despejando un poco el camino. Ella tenía bastantes cosas que hacer, pero de reojo vió a Tiri y no podía dejar pasar la oportunidad de hablar un poco con su amiga.

Es la noche del día treinta y ocho, sinceramente no se hace cuanto no escribía nada, la situación no es la mejor, pero hay pequeñas cosas que me alegran un poco y quizás a todos, los momentos de comer y hablar con los demás, hoy cuando todos estaban felices porque iban a poder usar magia, no es que no esté feliz por eso pero todavía no aprendí a invocar nada.
Tiri me conto que ya tiene una nueva invocación, cosa que ya sabía pero no quería quitarle su emoción, su dos aves se llaman Vahu, que significa flama y Vari, que si mal no recuerdo es resplandor, son dos pequeños tordos. Me explico que solo usaran aves para poder derretir la nieve mientras van sobre un carro.
Fui a ver a Makiara al carro de su familia, su madre es igual pero como una versión mayor y más perversa, no me dejo pasar, tuvo una muy mala actitud, no me agrada, Tryona me conto que mientras descansábamos salió una pequeña “avanzada” para instalarse fuera de la ciudad.
Espero que todo mejore.”

Blackcrown - Sangre y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora