Daenys, la azul.

21. Confianza.

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Tres días. Esos habían sido los días en los que había estado a solas con su hermana. Ni siquiera cuando habían sido más pequeñas habían pasado tanto tiempo juntas. Pero Rhaenyra se empeñaba en estar junto a su familia, sus hijos y también ella.

Daemon había desaparecido el primer día que ella había llegado y no tenían noticias de él pero Rhaenyra parecía muy tranquila por lo que supuso que ambos lo habían hablado.

“¿Cómo es volar con un dragón?” —uno de sus sobrinos más jóvenes le preguntó, Aegon.—

“Hmm, ¿cómo podría decirlo? Es divertido, tu dragón no solo es un carro se viaje, es uno más a ti y si quieres volar más alto lo hará.”

“¿En serio? ¿Puedes sentir tu dragón? Yo no siento nada cuando tocó su huevo.”

Daenys supueso que el pequeño esperaba aún que su dragón eclosionara.

“Dále tiempo, es importante que se forme bien dentro de su huevo.”

Ella se giró hacia el resto, su sobrino Joffrey estaba más ocupado comiendo algo que había pedido, pero su sobrino más pequeño, Viserys la observaba con atención mientras hablaba.

Daenys no había tenido una relación muy cercana a sus sobrinos, y mucho menos a los últimos pues Rhaenyra se había mudado a Rocadragón mucho antes de tener a su primer hijo con Daemon.

“¿Tú también esperas por tu dragón?”

Le preguntó y Viserys empezó a hacer caras raras. No supo reaccionar ante el niño que empezó a llorar.

“¿Eh? ¿Vi-viserys?” —le salió un pequeño gallo por los nervios y el niño comenzó a reírse.— “oh, me imagino que a ti te gusta hablar más con gorgerias.”

Daenys comenzó a hablar animosamente y haciendo un pequeño baile haciendo reír más al pequeño. Cuando llego a él, lo cogió en brazos haciéndole cosquillas.

“Por supuesto. El más pequeño es el más mimado.”

Rhaenyra volvió de nuevo. Una de las sirvientas le había dicho que alguien la esperaba afuera y ella se había levantado fuerte de nuevo dispuesta a con quién se atrevía a visitarla.

Daenys había supuesto que sería un Lord pidiendo cosas por su lealtad, visitas que ya habían estado teniendo pero detrás de Rhaenyra apareció Jacaerys.

“Jacaerys, qué bueno verte entero y a salvo.” —Daenys se acercó a su sobrino para observarlo de cerca. Sin soltar aún a Viserys que se había adaptado muy bien a su abrazo.—

“Gracias princesa, también traigo buenas noticias.”

“Lord Stark nos apoyara a nosotros.” —comentó Rhaenyra.—

“¿...Pero?” —Daenys los observó a ambos.— “Siempre hay un pero, ¿qué ha pedido Lord Stark a cambio de su lealtad?”

“A nuestro futuro primer hijo.” —respondió Jacaerys.—

“Es un alivio que no pida nada ahora.” —Rhaenyra cogió a Viserys de los brazos de su hermana.—

“Pero esto-estamos vendiendo a nuestro futuro hijo hoy.” —Daenys miró a Jacaerys que no le apartó la mirada.—

“No pude hacerlo de otra manera.” —Jacaerys tampoco sonaba feliz con la idea.— “Pero Lord Stark es un gran aliado. El norte es leal a mi madre.”

“Podéis pensarlo como una oportunidad. Tendríais que haberle buscado una esposa igualmente cuando tuviera edad.”

Rhaenyra intentó buscarle algo positivo pero no les convenció a ninguno de los dos.

“Pero para eso debéis casaros primero. Jace puede enseñarte el castillo.”

El cambió de tema de su hermana los puso nerviosos a ambos. Claramente Daenys ya había visto el castillo antes pero su hermana buscaba una excusa para que estuvieran solo.

“No quiero molestarle, acaba de llegar y seguro el príncipe está cansado.”

“¡No es ninguna molestia!”

El príncipe le ofreció su brazo y Daenys se agarró a él mientras salían de la sala.

“Hace mucho que no hablábamos.”

Jacaerys fue el iniciador de la charla.

“Si, pero creo que es la primera vez que hablamos a solas.”

“Si.”

El silencio volvió a romper entre ellos. Caminaron despacio por el castillo y Jacaerys parecía algo incómodo.

“No sé si es correcto que pregunte, ¿pero no estabas prometido a lady Baela?”

“Fue decisión de Daemon. y de madre. Fue casi desesperante, no puedes saberlo. Cuando nos enteramos de la muerte del abuelo y el aborto de madre.”

Daenys lo observó atentamente mientras lo escuchaba.

“Madre estuvo días mirando a la nada, sin hablarle a nadie y solo diciendo el nombre de Visenya. El que estuvo a su lado fue Daemon y gracias a él pudimos salir adelante y formar una estrategia. Necesitamos aliados y Baela fue también prometida a otro Lord por su lealtad.”

“¿Y tú?”

“Madre quiso que yo estuviera con alguien cerca de la familia y que fuera leal a ella.”

Rhaenyra había confiado en ella todo el momento.

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🚦 Historia de mi invención basada en la Danza de dragones que se encuentra en la obra de Fuego y Sangre de George R.R Martín. ¡NO de permite su copia!