"Todos debían elegir un bando en la famosa Danza de los dragones pero Daenys solo podía pensar en el azul del cielo y soñar en volar por él para huir a lugares aún por conocer."
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👩❤️👨 Daenys (OC) x Aemon...
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Daenys se encontraba volando por el cielo, más bien lo hacia su dragón Skypie. Pero ella se sentía uno con su dragón, ambos volaban y sentían la libertad de hacerlo, el viento en sus rostros, la pureza del cielo. Amaban estar ahí arriba y librarse de las ataduras de la tierra.
Skypie se agitó nervioso en el aire, y Daenys la vio. Vaghar venía hacia ellos, más bien se la encontraron de frente como si fueran a cruzarse.
A Daenys no le gustó aquella coincidencia pero Aemond ya la había visto y estaba siguiéndola. Estaba muy equivocado si creía que cederian.
Skypie voló más rápido casi dejando a Vaghar atrás pero por el tamaño de la dragona aún la veía.
Daenys le pidió a Skypie que bajara en la isla más cercana, y hasta ahí la siguió Aemond.
Cuando bajó de su dragón, vio descender a Vaghar, quedando muy cerca de ellos.
“¿A dónde ibas?”
Aemond le preguntó nada más bajar, y se acercó a ella agarrándola por los hombros.
“Será a donde voy, porque todavía tengo planeado ir.”
“No sin mi.”
“Por supuesto que sí. No quiero que él príncipe pierda su tiempo conmigo, ya que tiene que planear una boda con Lady Baratheon.”
“¿Lo sabes?”
“Oh, por supuesto que sí. Por mucho que os empeñeis en esconderme las cosas, terminó conociendolas.”
“¿Te lo contó él, verdad?”
“¿¡Y qué más dara!?”
Le gritó dándose la vuelta.
“Has roto tu promesa.”
“No es así, aún sigues intacta. Y eres una princesa, cualquiera te querrá.”
“La promesa de casarte conmigo, capullo.”
Se dio la vuelta aún gritándole más fuerte.
“Yo no quiero a cualquiera, imbécil.”
Daenys sintió un dolor enorme en su corazón. Ni siquiera le ponía una excusa, solo se mantenía callado.
Y de esa forma, quería hacerle mucho más daño de lo que él le estaba haciendo.
“Pero estás equivocado, no estoy intacta. El princip- ahora tu rey me tomó hace mucho tiempo. Cuando tú eras un niño.” —soltó una risa.— “que tontería, si aún lo eres.”
El rostro de Aemond cambió ante el mero comentario de su hermano. De pasividad, ahora podía sentir su furia.
“¡Eso es mentira!”
“¿Y tú que podrías saber?”
Aemond se acercó a ella agarrándole ambos brazos y haciendo fuerza.
“Porque si él te hubiera tocado en algún momento, él mismo me lo estaría restregando todo el día.”
“¿Ah sí? ¿Estás tan seguro? Y, ¿por qué te enfadas tanto?”
“Porque eres una testaruda.”
“Tú eres un testarudo.”
Ambos empezaron a gritarse miles de insultos. Uno era más fuerte que el otro, e incluso empezaron a insultarse en alto valiryo pero todo terminó en un beso apasionado.
Aemond la agarró por las piernas haciendo que lo rodeará con ellas, y se terminó tumbando sobre la hierba de la isla.
Daenys se incómodo estando debajo pero siguió el beso metiendo la lengua en su boca. Ambas lenguas peleaban en sus bocas, empujándose y yendo a la boca del otro.
Ella empezó a desvestirlo comenzando por la maya de arriba, y estaba por quitarle lo de abajo pero Aemond separó su boca para susurrarle encima de esta.
“No puedo deshonrarte.”
“Entonces lo hará Aegon.”
“¿Eso es un chantaje?”
“No, es la realidad. Anuló nuestro matrimonio, para prometerme a él.”
Aemond se hizo a un lado sentándose junto a ella. Daenys se sentó también mirándole.
“Él ya está casado.”
“Eso no lo detiene.”
Ambos guardaron silencio observando el cielo.
“Estoy cansada. Quiero que todo termine ya.”
“¿A dónde ibas?”
Le volvió a hacer la misma pregunta del principio.
“A Essos. Fue lo que Aegon me regaló por nuestro compromiso.”
“¿Y por que ibas por este camino?”
“Solo dejé que Skypie guiará el camino.”
“Daenys, no puedo dejarte ir sola. Está a punto de empezar la guerra y debes estar a mi lado.”
“Pero es que no estaré a tú lado.” —ensalzó el 'tú' golpeándole el pecho.— “estaré al lado de él.”
“Pero al menos sabré que estás bien. Por favor, ven conmigo.”
Daenys observó el sol antes de contestarle y de levantarse dirección a Skypie.
“Ya no eres mi prometido, Aemond.”
Él se levantó detrás de ella y la agarró por el brazo haciendo que se girara hacia él.
“Eso nunca ha importado, ni importará. Siempre hemos cuidado del uno al otro, y siempre nos hemos amado.”
“¿En serio quieres que vaya allí y te vea feliz con tu nueva esposa? ¿O que tú me veas con Aegon?”
“Pero igualmente tendremos que aguantar eso. Vas a volver y te casaras con él.”
Daenys movió los ojos hacia un lado incapaz de mantenerle la mirada.
“¿Por qué vas a volver no?”
Ella siguió sin responder.
“¿Adónde vas realmente, Daenys?”
La voz de Aemond se volvió dura, y sus agarres más fuertes.
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🚦 Historia de mi invención basada en la Danza de dragones que se encuentra en la obra de Fuego y Sangre de George R.R Martín. ¡NO de permite su copia!