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            Enfundada en un jean negro que abraza mis piernas pareciendo una segunda piel, con un buzo de lana blanco una talla más grande, zapatillas negras y una campera para que me abrigue del frío que seguramente me proporcione el paseo en mot...

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            Enfundada en un jean negro que abraza mis piernas pareciendo una segunda piel, con un buzo de lana blanco una talla más grande, zapatillas negras y una campera para que me abrigue del frío que seguramente me proporcione el paseo en moto, bajo emocionada hacia Hunter que me espera recostado en su moto, no había querido subir.

-¿Estás lista? – Me pregunta con una sonrisa de lado y yo asiento emocionada y dando saltitos en mi lugar, eso solo logra que Hunter ría de mí nuevamente – Bien pequeña, vamos a colocarte el casco – dice parándose frente a mí a escasos centímetros, yo trago en seco, para apreciar cada detalle de su rostro, luce concentrado mientras coloca el casco en mi cabeza y lo abrocha – Lista – murmura.

-¿Y tú? – pregunto frunciendo mi ceño.

-Solo tengo uno, no pensaba llevar a nadie en mi moto – se encoje de hombros y sube a su hermosa Harley, que claramente no tenía idea del modelo porque no sé nada de motos – Vamos Liv – me apura y yo asiento mientras me siento detrás de él – Agárrate fuerte – me dice y acelera su moto, para salir de mi estacionamiento.

Estoy volando, realmente se siente como que si volara, mi mente se encuentra totalmente en blanco, simplemente disfrutando del viento en mi cara, de mis cabellos volando para todos lados. Me siento libre, una libertad que jamás había experimentado. Lamento no haberme subido antes a una moto, porque esto es fantástico, y más en compañía de Hunter, el ir abrazada a su espada, dejando mis manos en su duro y trabajado abdomen seguro que ayuda a que la experiencia sea mejor.

-¿Estás bien ahí atrás? – me grita Hunter girando levemente su rostro para intentar mirarme.

-¡Estoy estupendamente bien! ¡Esto es genial! – le grito emocionada, y siento su pecho vibrar por su risa, haciéndome sonreír a mí.

Cuarenta minutos después llegamos a la casa-club, quería que el viaje durara más, había amado subirme en esta moto con Hunter, y quería subirme mil veces más. Siento como Hunter apaga su moto y se gira hacia mí.

-Debes bajarte para que yo pueda bajar – me dice burlesco, yo sigo abrazada a su abdomen y me niego a bajar.

-¿Ya? – pregunto y hago un estúpido puchero, haciendo reír a Hunter.

-Prometo llevarte de paseo cada vez que quieras – me asegura con una hermosa sonrisa, mientras deja una suave caricia en mi pierna.

-¿De verdad? – Hunter sonríe de forma tierna, y yo inconscientemente me aprieto más a él, esa sonrisa había provocado un revoltijo en mi estómago.

-Por supuesto – susurra.

-¿Me llevas a pasear ahora? – y lanza una fuerte carcajada que acompaño, mientras deslizo mis brazos hacia su hombro, para poder apoyarme en él y bajarme de la moto, siento mis piernas temblar un poco, seguramente por la posición en la que había estado sentada por cuarenta minutos.

(Re)encontrándonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora