XI

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            Me siento realmente agotado, física y mentalmente, la mierda del club me tiene hasta los huevos, pero me satisface saber que el hijo de puta de Austin se está revolcando en su mierda

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            Me siento realmente agotado, física y mentalmente, la mierda del club me tiene hasta los huevos, pero me satisface saber que el hijo de puta de Austin se está revolcando en su mierda. Cuando Patrick murió, Austin había logrado convencer a todos que tanto Izan como yo éramos muy jóvenes para ser presidente, es verdad que aún no teníamos dieciocho años, pero sin lugar a dudas, cualquiera de los dos, iba a ser un mejor presidente que ese hijo de puta. Así fue como Austin nos dejó en la puta ruina, lidiando con mierdas de mafia, tráfico de droga y armas, pero yo me había encargado de ese imbécil, y también me había encargado de limpiar el club, y ahora volvíamos a seguir el legado de Patrick, comportarnos como una jodida familia y nada de mierdas ilegales.

Suspiro con pesar, realmente quería pasar mi tarde con Liv, quiero pasar cada jodido día con ella, aún no puedo creer que la tengo conmigo. Recuerdo una y otra vez cuando con sus ojitos celestes cargados de lágrimas me susurraron ese sobrenombre que hacía años no escuchaba, Hunty, y en sus dulces y perfectos labios sonaba a la jodida gloria. Cuando la vi por primera vez, no pude apartar mis ojos de ella, no solamente porque es alguien muy digno de mirar, es malditamente hermosa, sino que es porque tiene algo que me hipnotiza, tal vez la reconocí sin siquiera saberlo. Pero ahora que nos reencontramos, que sé que es mi Liv, jodidamente no la voy a perder de vista, durante muchos años la busqué y ahora solo quiero estar con ella.

Están estos sentimientos que jodidamente me traen loco, no sé si se deban a que es mi Liv y la felicidad de encontrar a la parte feliz de mi infancia. No entiendo lo que sucede cada vez que la toco, esa corriente que recorre mi mano; o la felicidad casi utópica que me invade al simplemente verla, como mi pecho se contrae de emoción al verla reír. Joder, no entiendo una mierda estos sentimientos, pero ahora mismo no quiero pensar en ellos, y seguramente que en un futuro cercano tampoco lo haría, atribuiré todo esto a que se trata de Liv, mi pequeña Liv.

Luego de la reunión con la junta directiva del club, que se alargó más allá de la media noche, subo con pasos pesados hacia mi dormitorio, noto que los chicos van igual que yo, desganados, a todos nos está desgastando este asunto con los mexicanos. Abro lentamente la puerta de mi dormitorio, y todo el aire se atasca en mis pulmones. Jodida mierda, no estaba preparado para lo que mis ojos ven gracias a la tenue luz de la lámpara de noche. Olivia se encuentra durmiendo en mi cama, utilizando una de mis remeras, y completamente destapada, dejándome ver sus hermosas y largas piernas. Su pelo se encuentra desparramado por la almohada, sus pestañas rosan su mejilla y está ese adorable puchero que siempre hacía de niña cuando dormía, ese puchero que en este instante jodidamente quiero besar ¿Qué mierda Hunter? ¡Saca esos malditos pensamientos de tu cabeza!

Suelto un suspiro más y me meto en el baño, me doy una rápida ducha para después colocarme únicamente un pantalón de algodón, suelo dormir desnudo, pero supongo que eso no será posible hoy. Suspiro una vez más al ver a mi ángel personal, dormir pacíficamente, podría quedarme horas admirándola, ella siempre fue digna de admirar. Rodeo la cama y me acuesto intentando no despertarla, es la primera vez en años que voy a dormir con una chica, ciertamente Olivia fue con la última chica que dormí, cuando ambos aún éramos niños.

-Hunty – murmura entre sueños, haciéndome sonreír. Casi sin darme cuenta llevo una de mis manos hacia su cara, sacando un mechón de pelo de allí. Ella se remueve y rápidamente saco mi mano, no quiero despertarla, pero malditamente eso es lo que logro – Hola – susurra mientras se gira para poder mirarme.

-Joder, lo siento, no quería despertarte – ella solo me regala una perezosa sonrisa, y siento como mi corazón se para en ese instante.

-No pasa nada, yo quería verte – vuelve a susurrar y una involuntaria sonrisa se forma en mi cara - ¿Cómo les fue en su reunión secreta? – se coloca en posición fetal, colocando ambas manos debajo de su carita, se ve como un jodido ángel.

-Mal – bufo – pero vamos a solucionarlo – le aseguro y ella asiente.

-Sé que lo harás – me dice regalándome una sonrisa de boca cerrada - No sabía si realmente tenía que dormir acá, pero tú me dijiste que me quede en tu habitación y las chicas dijeron que podía dormir, espero no te enojes.

-¿Cómo voy a enojarme? Yo te dije que permanecieras acá, esperaba venir antes para estar contigo, pero al menos vamos a dormir juntos, como en los viejos tiempos – esta vez, sonríe mostrándome sus perfectos dientes, ¿acaso tiene alguna imperfección? Jodidamente se esa respuesta, y es un rotundo no.

-Mhj, una de las chicas dijo que te enfadarías, que no dejabas entrar a nadie a tu cuarto, y mucho menos a una mujer – me dice tímidamente.

-Que se joda – digo enojado, y la escucho reír.

-Eso mismo le dijo Anne.

-Chica lista – río con ella – Es verdad que no muchas personas entran a mi habitación, por no decir nadie, pero ya te dije que tú no eres cualquier persona Liv, tú puedes entrar a mi habitación cuanto desees.

-¿Y si te encuentro con una chica? – frunce su nariz con una mueca de reprobación.

-Liv, eres la primera mujer que entra a mi habitación, no vas a encontrarme follando acá, porque no utilizo mi cama con esos fines – le digo y ella se sonroja.

-Okey – susurra.

-Ahora vamos a dormir, mañana nos tenemos que levantar temprano, tengo que llevarte a tu casa antes de que entres a trabajar.

-Me voy a acurrucar – me advierte risueña.

-¿No se te ha ido esa costumbre? – pregunto alzando una ceja, e intentando retener esa maldita sonrisa que quiere partir mi cara en dos.

-A ti te encantaba que me acurruque – se justifica, y yo ya no pude retener esa sonrisa, me siento tan jodido – veamos si te sigue gustando – me obliga a acostarme mirando el techo, pone uno de mis brazos bajo su cabeza y ella apoya la suya contra mi pecho, aún sigue en posición fetal, siempre dormía en esa posición - ¿Te sigue gustando? – me pregunta y todo mi jodido cuerpo reacciona ante su aliento sobre mi piel.

-Supongo que me sigue gustando – susurro y siento como sonrió en mi pecho.

-Hasta mañana Hunty – susurra y deja un beso en mi pecho, ella quiere malditamente matarme.

-Hasta mañana Liv – beso su cabeza y aprieto su cuerpo contra el mío, esto parece un sueño, no entra en mi jodida cabeza que realmente tengo a mi Liv durmiendo acurrucada contra mí, utilizándome de almohada, y yo siento que mi corazón va a salirse de mi pecho.

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Buenaaas, ¿Cómo estuvo si fin de semana?

Hoy les traigo un capítulo contado por Hunter, hay algunos pocos contados por él a lo largo de la historia.

¡Espero les haya gustado!

XOXO

(Re)encontrándonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora