Una vieja amistad, 17 años sin verse, un reencuentro inesperado.
Sus vidas habían cambiado, ya no eran aquellos chiquillos de ocho y diez años, ya no se dejaban humillar por nadie, ya habían madurado y encontrado su camino.
¿Pero qué pasa cuando s...
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Cuando pasamos por la cocina, me encuentro con los chicos, por lo que me paro a saludarlos a todos, los he extrañado. Ellos nos miran con cara de circunstancias, sin saber que ha pasado entre nosotros en la oficina de Hunter, imagino que piensan que volvimos a estar juntos por la preciosa sonrisa que tiene Hunter en su cara, y es Izan el que no tarda en exteriorizar las preguntas que los demás también tienen.
-¿Lo perdonaste Oli? ¿Por fin no va a estar más pesado que de costumbre? – yo río mientras Hunter le golpea la cabeza.
-No estamos juntos – decido contestar, la sonrisa de Hunter tambalea un poco.
-Pero Hunter sonreía, no lo veo sonreír desde que te fuiste – me dice Anne y yo estudio a Hunter, no lo había mirado detalladamente, sinceramente preferí casi no mirarlo, la tentación era mucha. Pero al verlo descubrí que dos grandes ojeras decoraban su rostro, el cuál se notaba muy cansado y demacrado.
-Está acá ¿no? Ese es motivo suficiente para sonreír – dice Hunter, salvando las papas del horno, su comentario hace que mi corazón lata con fuerza.
-Ya que al menos toleras la presencia de Hunter, ¿Quieres quedarte a cenar? ¡Te extrañamos Oli! – Me pide Sky rodeando uno de mis brazos y haciéndome carita de perrito abandonado, lo que provoca una carcajada en mí – Hicimos pizzas.
-Acabas de convencerme – le digo sonriendo y ella me abraza feliz junto a Anne.
-Ya extrañaba el trío dinámico – dice James y todos reímos – Me alegra verte acá Oli – yo le sonrío intentando controlar las lágrimas que quieren desprenderse de mis ojos, los chicos se han convertido en mi familia también y los adoro a cada uno de ellos.
-Yo también me alegro de verlos – le respondo, veo como Hunter da un paso en mi dirección, pero al final aprieta con fuerza sus puños y se queda en su lugar – Bueno, cuéntame cómo te lleva la futura paternidad – le pido a Izan mientras señalo con mi mentón la panza de Sky, ella enseguida me da una preciosa sonrisa, mientras Izan la abraza desde atrás, dejando sus manos en el vientre de Sky, miro de reojo a Hunter quien mira con anhelo la escena.
-Pues nuestro bebé está perfecto, el otro día tuvimos consulta con el médico, está perfectamente bien y escuchamos nuevamente los latidos de su corazón, es emocionante cada vez que lo escuchamos – me da una preciosa sonrisa que yo devuelvo, entiendo lo que siente, lo sentí yo hoy al ver por primera vez a mi pequeño, tengo que controlar mis manos, pues siento la necesidad de dejarle una caricia a mi bebé.
-Me alegra mucho escuchar eso, no quiero irme de acá sin ver esa ecografía – les digo y los dos me sonríen felices mientras asienten con sus cabezas.
-Pero ahora vamos a cenar – pide un hambriento Cayden, haciendo que todos emprendan camino hacia le enorme mesa, la mano de Hunter toma mi brazo deteniéndome.
