Nos encontramos en un restaurante cerca de la empresa, no es de esos restaurantes costosos, pero tampoco es un local de comida rápida, tampoco es el lugar donde siempre almorzamos con mi familia. Ambos ya hemos ordenado, y mientras esperamos nuestro pedido solo nos dedicamos a mirarnos en silencio.
-Entonces... ¿Quién es ese chico? – rompe el silencio Hunter y yo sonrío, sabía que iba a preguntar eso.
-El imbécil de mi ex. Pero no vamos a hablar de mí, ya sabes un montón de cosas de mí y yo no sé nada de ti, ¿Qué pasó después que me fui? – pregunto con curiosidad poniendo mi mano derecha debajo de mi mentón.
-Sigo siendo igual, bueno para escuchar y malo para hablar, tú siempre fuiste la que hablaba de nosotros – me dice y yo sonrío.
-Entonces te haré preguntas, así se te hace más fácil – él solo suspira rendido, creo que sabía que no me iba a conformar con no saber nada de él - ¿Cómo llegaste a los Brothers?
-Mi padre murió un año después que tú te fuiste, el hijo de puta por supuesto que murió de sobredosis – pone sus ojos en blanco, esos ojos grises que no muestran ningún sentimiento – Mamá lo encontró – suspira – Contribuyó a su depresión, así que era bastante difícil sacarla de la cama, y dado a que el alimento comenzaba a escasear en casa, tuve que ingeniármelas para malditamente conseguirlo – aprieta su boca y sus ojos se vuelven un poco más oscuros, yo estiro mi mano para poder tomar la suya entre la mía y darle un amistoso apretón – Tuve que empezar a pedir malditas limosnas, odiaba cada segundo que lo hacía, era una puta mierda, pero claramente nadie quería darle trabajo a un crío de doce malditos años – gruñe lo último – Una de esas veces que estaba en la calle, me crucé con Patrick, el entonces presidente de los Brothers y padre de Izan, me dijo que un niño jodidamente no debería pedir para poder comer, que de eso se tenían que encargar mis padres, le gruñí que el drogadicto de mi padre había muerto y que mi madre estaba lo suficientemente deprimida para no levantarse de la cama, así que yo tenía que ser hombre y conseguir comida para los dos. Entonces él me invitó a almorzar con ellos – sonríe de lado, yo solo lo miro con atención, creo que nunca escuché a Hunter hablar durante tanto tiempo – Cuando terminamos de almorzar me llevó a casa en su fantástica moto, así que en el instante en que escuché el rugido del motor me enamoré de las motos – ríe – Patrick habló con mamá y lo siguiente que sé, es que estábamos viviendo en la casa-club, bajo la protección de Patrick, al poco tiempo él hizo a mamá su Vieja Dama, y realmente mejoró y supo comportarse como una madre, Patrick fue como un padre para mí, y soy el hombre que soy gracias a él – yo solo le sonrío levemente, no puedo imaginarme un pequeño Hunter de doce años pidiendo comida, pasando hambre, me rompe el corazón imaginar cuánto se odiaría por tener que hacer eso, él siempre había sido orgulloso, y eso seguro que había sido una dura patada a su orgullo.
-¿Dónde está Patrick y tu madre? ¿Patrick se retiró? – pregunto con curiosidad, sus ojos grises vuelven a oscurecerse, aprieta con fuerzas su mandíbula, todo su rostro se endurece.
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(Re)encontrándonos
RomansaUna vieja amistad, 17 años sin verse, un reencuentro inesperado. Sus vidas habían cambiado, ya no eran aquellos chiquillos de ocho y diez años, ya no se dejaban humillar por nadie, ya habían madurado y encontrado su camino. ¿Pero qué pasa cuando s...