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            Cuando dejo a Olivia en la casa de sus padres siento un vacío en mi pecho, quiero que se quede conmigo, quiero poder cuidarla y cuidar de nuestro hijo

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            Cuando dejo a Olivia en la casa de sus padres siento un vacío en mi pecho, quiero que se quede conmigo, quiero poder cuidarla y cuidar de nuestro hijo. Y eso es lo que voy a hacer, voy a hacer que vuelva a confiar en mí, vamos a formar una enorme familia, le daremos muchos hermanitos a mi pequeñín.

Cuando llego al Club sonrío al ver a Izan en el bar, tomando junto a los chicos, me acerco a ellos y le pido una ronda de whisky para todos a Mina, después de brindar y beberla le pido a Izan que me siga a mi despacho.

-¿Pasó algo hermano? – me pregunta cuando entramos y yo le sonrío.

-Pasa que voy a ser papá – le digo y él me mira sin reaccionar – Liv está embarazada, vino a contarme eso hoy – le aclaro y él suelta una carcajada, para después venir a abrazarme.

-Seremos padres a la vez – me dice feliz y yo río.

-Lo seremos – asiento con mi cabeza – El próximo prez y VP – digo orgulloso y él me muestra una sonrisa igual.

-¿De cuánto está? ¿Está todo bien con el embarazo?

-Está de seis semanas, el doctor le dio licencia maternal por una semana, hoy tuvo un desmayo por estrés, todo está bien con ellos dos, pero necesito cuidarlos – le digo y él asiente con su cabeza.

-Sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

-Lo sé, por eso te traje hasta acá. Necesito tú ayuda, quiero reacondicionar mi casa, dejarla perfecta para que mi pequeña familia viva ahí – Izan me sonríe feliz y asiente con su cabeza.

-¿Cuándo empezamos?

-¿Mañana? – Le pregunto y él ríe.

-Jodida mierda, ¡que seremos padres! – me dice feliz y vuelve a abrazarme.

-Seremos los mejores jodidos padres – le digo y él asiente feliz – Mañana iré a llevarle el desayuno a Liv, luego de desayunar con ellos paso por ti e iremos a la cabaña.

-Acá te estaré esperando. ¿Por qué no les dijiste a los chicos también?

-Le pediré ayuda a ellos con la casa, pero aún no pueden saber que voy a ser padre. Liv no quiere decir nada hasta que tenga doce semanas de embarazo, dice que ahí hay menos riesgo de que lo pierda – un escalofrío recorre mi espina dorsal al pensar en perder a nuestro bebé.

-Todo saldrá bien – me asegura Izan y yo asiento con mi cabeza – Vamos a dormir, mañana tenemos un día pesado.

-Iré a decirle a los chicos para que nos ayuden mañana.

-Ve a dormir, yo me encargo – me asegura y yo asiento con mi cabeza.

A la mañana me levanto muy temprano, luego de ducharme salgo en mi moto rumbo a la casa de los padres de Liv, no sin antes frenar a comprar sus donas favoritas, cuando estoy fuera dudo si tocar timbre, puede que todos estén dormidos, pero mis dudas se disipan al notar que la reja del garaje se abre, veo el auto de Alex frenar a mi lado.

(Re)encontrándonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora