XXV

8.2K 462 12
                                    

            Con la partida de los chicos hacia Ciudad Loto, casi no había podido ver a Hunter, estaba demasiado ocupado intentando ayudar desde la distancia a Kings of Hell y también debía ocuparse del club

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

            Con la partida de los chicos hacia Ciudad Loto, casi no había podido ver a Hunter, estaba demasiado ocupado intentando ayudar desde la distancia a Kings of Hell y también debía ocuparse del club. Aparentemente Los Calaveras habían vuelto a intentar vender drogas en el barrio en que se movían los Brothers, así que también había tenido que lidiar con eso. Llevábamos más de cinco días sin poder vernos y yo estaba bastante frustrada, lo extrañaba demasiado. Había pensado un montón de veces en ir al club, para al menos poder dormir juntos, pero él no me lo había pedido y no quería molestarlo.

-Es la tercera vez que suspiras, ¿qué te pasa? – me pregunta Samuel, ambos estamos en su despacho intentando encontrar una forma de ahorrar plata en un edificio que queremos construir.

-Nada – él solo me mira con una ceja alzada sin dejar de verme, algo que me frustra – Deja de mirarme.

-Dime porqué estás tan malhumorada.

-Hace cinco días que no veo a Hunty.

-¿Se pelearon? – me pregunta extrañado con su ceño fruncido, mientras deja los papeles que tiene en su mano en el escritorio, para poder de esa forma prestarme toda su atención.

-No, asuntos del club – digo alzando mis dos hombros – No sé mucho, no es como si hemos hablado demasiado en la semana.

-¿Y por qué no vas al club?

-Porque cada vez que pasa algo en el club la que termina buscándolo soy yo. Soy yo la que lo llama, soy yo la que va hasta el club, soy yo la que mando mensajes. Sé que está ocupado, pero siempre es lindo recibir al menos un "buen día, ¿Cómo estás?" – suspiro una vez más frustrada.

-¿Y lo has hablado con él? – Yo niego con mi cabeza – Estas cosas se hablan Oli, a veces, nosotros somos muy idiotas para darnos cuenta de esas cosas. Y si tú no le dices que te molesta, él no va a adivinarlo – yo asiento con mi cabeza, pensando en sus palabras.

-La próxima vez que nos veamos lo voy a hablar con él, eres la segunda persona que me hace dar cuenta que no tenemos muy buena comunicación con Hunter. Realmente no hablamos demasiado, sino que nos perdemos en nuestros cuerpos.

-Entonces ya sabes que tienes que hacer, dejar de ser tan calenturienta y hablar más – me dice risueño y ambos reímos. Mi celular suena y sonrío al ver que es Hunter llamándome, le muestro la pantalla de mi celular a Samuel y él ríe – y hablando del diablo...

-Hola Hunty.

-Hola Liv, ¿Cómo estás?

-Bien, trabajando con Samu en un presupuesto, ¿tú?

-¿Y a qué hora sales de trabajar?

-¿Tienes algún plan? – pregunto ansiosa.

(Re)encontrándonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora