CAPÍTULO CUATRO

80 12 8
                                    


>Flashback<

El cielo está despejado esta noche, esta montaña tiene la mejor vista de la ciudad; también hay millones de destellantes estrellas junto a la inmensa luna llena, una brisa perfecta y la mejor de las compañías.

—¿Recuerdas nuestro primer encuentro?, fue en este mismo lugar—

—Claro que lo recuerdo, te encontrabas justo por ese lado —señalo con mi dedo índice — estabas con un grupo de amigos en un auto plateado. Recuerdo que te acercaste a mi diciendo que necesitabas un encendedor— contesto a Sam, mientras lo abrazo con fuerza por la espalda.

—Si, me dio curiosidad que hacía un chico tan guapo tomando solo en un sitio como estos—

—Eres un muy mal mentiroso, podía ver a todos tus amigos encender sus cigarrillos— río.

—Ya lo sé, no fue la mejor de mis excusas, pero desde que te vi de verdad quería hablarte— se excusa.

—Soy demasiado guapo, entiendo que no te pudieras resistir— me acerco y muerdo su oreja.

—¡¡Aaahh sii!!, tan creído tal vez— me golpea en las costillas con su codo.

—¿Estoy diciendo alguna mentira?, tienes que aceptarlo, solo te acercaste a mí porque era un tipo bien parecido—

—Fue solo por lástima, además tengo que admitir que sentí algo de arrepentimiento cuando me acerqué y vi que tenías una ceja rota— río.

—Sin embargo, eso no te detuvo— le musito.

—En fin, sí más no recuerdo quien pidió mi número y casi rogó para que le acompañara a su casa fuiste tú— de repente parece conveniente echármelo en cara. No puedo evitar reír.

—Tienes razón, yo fui quién no pude dejarte escapar, pero todo fue culpa del alcohol— digo.

—¿Ahora vas a culpar al alcohol?, en serio que eres un…— no lo dejo terminar.

—¿Un…?, ¿un qué? —

—¡Idiota! — me mira con enfado —solo admite que te gusté.

—Ya, está bien — lo veo morder su labio inferior — no pongas esa cara o voy a castigarte.

—Aunque estábamos algo borrachos, también puedo recordar muy bien lo que me hiciste esa noche— ríe con malicia.

—¡¡Umm!!, la verdad yo no recuerdo bien lo que hice contigo— le digo, girándolo de frente a mí y presionándolo a mi cuerpo —he tenido sexo con tantas personas que…— me da un fuerte golpe.

—¿Tantas personas?, en serio te crees muy guapo, ¿no? — me contesta juguetón. Río a carcajadas.

—Deberías refrescarme la memoria— acaricio su rostro con el mío, mientras me pierdo en su aroma.

—Claro que no, es tu problema si no lo recuerdas— me detiene —¿por qué jamás me has presentado a tu familia?

—¿Por qué de pronto te interesa? — pregunto confundido, es un tema que no quisiera tratar con él.

—Soy tu novio desde hace mucho, pero jamás hablas de tu vida o de tu pasado. Yo solo tengo curiosidad— se aleja un poco, siempre encuentra un motivo para discutir y arruinar los buenos momentos.

—Soy huérfano— contesto en seco, tratando de acabar con el tema.

—¿Huérfano? — me contesta furioso —pretendes que crea esa mierda, solo no confías en mí, no me quieres contar nada.

—No es así, ya cálmate— intento sujetar su mano —solo es algo que no me gusta recordar.

—¿Eso quiere decir que me mientes? — se enfada aún más.

ESCARLATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora