CAPÍTULO VEINTINUEVE

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—¿Qué les pasó a estas malditas páginas? — acabo de terminar de leer el último diario de pasta negra, pero tiene algunas páginas arrancadas.

“¿Qué significa esto?”

El tiempo ha seguido avanzando, tras el paso de los días todo parece ir mejorando. He pensado en pedirle disculpas a mi hermano León, ya que no volvió a aparecer durante mis chequeos médicos después de la discusión del otro día. Hoy tengo una importante cita en el hospital, espero poder verlo para arreglar las diferencias. No me gusta que él este en medio de los problemas que tengo con mi padre.

Estos dos días Lucas ha sido demasiado atento conmigo, a pesar de haberlo ofendido él otro día en el bar. Él me ha preparado de cenar cada noche, me ayuda a vestirme, hasta me ayuda a darme duchas, de las que realmente no tengo ninguna queja.

“Sabe muy bien que zonas frotar a la perfección”

Con honestidad no tengo queja alguna, él ha sido una gran persona, pero si realmente lo pienso eso no debería cambiar en nada el dolor que él y su hermana me causaron por la muerte de Sam. Debo mantenerme firme en mi decisión, pronto todo habrá acabado y podré alejarme de él.

“Estos días he estado muy confundido, ¿qué debo hacer?”

Solo sé, que esto es un sentimiento que realmente no puedo permitirme.
El día está bastante soleado, ya son las ocho de la mañana. Debería darme prisa para llegar a tiempo a la cita del hospital que tengo hoy, necesito hacerme una nueva resonancia y saber si ya puedo dejar de usar este maldito parche.

Abro la puerta del closet, tomo el saco color olivo que hace juego con el traje y salgo en seguida.

—Lo siento por la tardanza— digo.

Lucas y Randy están esperando junto al coche, también puedo ver que Said está junto a ellos en el carro, él tiene una gran sonrisa.

“Ese niño realmente es hermoso”

—Tío Liam— él corre hacia mí y me abraza de las piernas.

“¿Qué?”

Estoy atónito, ¿él me acaba de llamar tío?, ¿qué pasa con este niño?

—Yo le enseñé eso— señala Randy orgulloso.

—Ya cálmate— Lucas se acerca sonriendo —deja al tío Liam y sube al coche.

—¿Debí enseñarle a decirle papá también? — Lucas le da una mirada de desaprobación a su comentario.

—Papá dijo que te quedarás a vivir con nosotros, ¿es verdad? — su pregunta me sorprende mucho.

—¿Tu papá dijo eso? — Lucas cierra su puerta.

—Sube al coche— me habla fuerte.
Lo más probable es que aun esté molesto conmigo por lo que pasó en el bar, a pesar de sus buenas acciones a veces me lo saca en cara.

Al llegar al hospital veo a León de pie junto a la puerta.

—Leon, ¿cómo estás? — respiro profundo —yo, quiero decirte que el otro día…

—Realmente no vine para hablar de nosotros, sólo quiero advertirte que papá está adentro y no quiero que hagas un problema en el hospital como todas las veces que ustedes dos se encuentran, por favor, quiero pedirte que seas una persona madura y razonable sólo por esta vez. No quiero que sus malditos problemas personales afecten mi lugar de trabajo— habla seco y cortante.
Esta persona que está frente a mí parece otra, creo que mi hermano pequeño ya no es el Leon que conocí de toda la vida, él está realmente molesto conmigo en esta ocación. Siento que esta vez de verdad me he sobrepasado, jamás le había dicho palabras tan crueles.
Luego de su cálida bienvenida, caminamos en silencio hasta la sala. Volteo y veo que Lucas se queda charlando con un chico bien parecido, él está vestido de médico.

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