CAPÍTULO SEIS

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—¿Están listos? — pregunto.

—Claro que sí— contesta Ronn con seguridad.

—Aun no entiendo por qué debo hacer esto— dice Nico saliendo del baño —no creo que sea tan necesario.

—Este fue tu plan desde el inicio, ¿o me equivoco? — enciendo un cigarrillo, mientras le veo ajustar su falda.

Hace una mueca de disgusto.

—Demonios, vestirte con ropa de mujer fue una maravillosa idea— Ronn le mira de manera extraña, ¿qué demonios pasa aquí?

—¿Están jugando conmigo?, deténganse o juro que los golpearé— amenaza Nico. Es verdad que su ropa y su estilo es bastante afeminado, pero está vez de verdad exageramos. Aunque no puedo negar que se ve bastante bien.

—Bueno, repasemos el plan por última vez— tomo las cuerdas, la cinta y lo demás —sabemos que ella ha vuelto con su chofer estos últimos días sin falta para recoger al médico, misma hora, mismo lugar. Esperaremos que ella entre a la casa, entonces ejecutaremos el plan. Ronn, debes estar listo donde acordamos. ¿Estamos claros? — ambos asienten.

—¡Nos vemos! — dice Ronn despidiéndose con su mano en la frente como si estuviera en el ejército.

En seguida, tomo el arma y la guardo en mi espalda. Nico me mira con una gran sonrisa, salimos y subimos al coche. Nos dirigimos de inmediato hasta el distrito 54 donde vive el médico para esperar a las afueras de la casa a esa maldita, al poco tiempo vemos llegar el automóvil, pero el doctor no sale solo de su casa esta vez, él va acompañado por una chica pequeña de cabello rojo y lentes, aunque no veo bien su rostro por la lejanía.

—¿Quién es esa? — estoy sorprendido —¿su asistente?

—Él no tiene una asistente— asegura Nico.

Ambos nos miramos atónitos.

El carro arranca y salen en seguida. El plan sigue en marcha a pesar dé. Después de pasado algún tiempo Nico se despide, luego baja del coche y se esconde cerca de la entrada donde el carro suele estacionarse. La niebla se vuelve un poco densa, la noche está bastante fría. Veo a Nico frotarse las manos mientras enciende un cigarrillo.
Saco la vieja fotografía de Sam y la observo durante algunos minutos. Mis manos tiemblan, no pararé, no voy a parar hasta averiguar quién hizo esto. Los voy a hacer arrepentirse.

—Nada de lo que logre hacerles va a ser suficiente para pagar mi deuda contigo, al menos eso debo hacer por ti—
 
“De verdad siento un gran odio por estas personas”

>Flashback<

Quedarme en la misma cama con alguien después del sexo, es toda una experiencia para mí. Debo admitir que este chico tiene algo que me hace sentir cómodo. Tal vez es porque sabe cómo satisfacerme, o no, eso no es. Es la manera gentil y desinteresada en la que me trata.

—¿Simon? — me dice en voz baja —si el amor se dividiera por colores, ¿qué color elegirías?

—¿Color? — pregunto —no lo sé, ¿qué color elegirías tú?

—¡Umm!, creo que sería el escarlata, un amigo un día me hizo la misma pregunta y esa fue su respuesta, así que también me gustaría encontrar un amor escarlata— se acurruca en mi pecho.

—¿Escarlata? — su pregunta sigue dando vueltas en mi cabeza.

—Él dijo que el color escarlata es conocido por ser un rojo vivo, así quiero que sea mi amor. También quiero que sea vivo, apasionado, ardiente, impulsivo, intenso, valiente, fuerte, ambicioso, real, algo…—

—Ya entendí— lo interrumpo —¿no crees que tú y tu amigo le piden mucho a la vida?

—¿Qué dices? — se sienta sobre la cama, cubriéndose tímidamente con la sábana — claro que podemos pedir un amor así, merecemos recibir lo mismo que damos.
Sus palabras tienen algo de lógica, pero ¿amor?; aun no estoy listo para eso.

ESCARLATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora