CAPÍTULO TREINTA Y TRES

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Llegando, veo a Ronn fuera en un gran auto.

—¿Qué haces aquí? — pregunto, al tiempo que veo a Nico salir del coche.

—Necesitamos hablar— se aproxima.
—Ahora no, estoy ocupado— lo ignoro y entro.

En este momento no puedo culparlo por lo que pasó, quiero pedirle una explicación, pero no es el momento.

—Solo escúchame un segundo— me detiene.

—De verdad no estoy de humor— veo el diario sobre la mesa.

Tiro el casco al suelo y corro para tomarlo. Nico y Ronn me siguen en silencio.

Mis manos casi no pueden sujetarlo, tengo mucho miedo de lo que pueda estar escrito. Lo abro en seguida, y lo reviso.

“¿Qué es esto?, solo tiene un par de hojas usadas. No tiene ningún nombre escrito en él”

La letra es muy diferente a la de los otros diarios, definitivamente esto está escrito por otra persona. Dejo de lado mis pensamientos y comienzo a leer.

“Recuerdo la primera vez que lo vi, esa tarde llovía, mientras yo esperaba en la parte trasera de un viejo taxi. Él bajo de un coche negro muy lujoso, su chofer le abrió la puerta y luego lo cubrió con el paraguas hasta la entrada de su mansión. Recuerdo la mirada curiosa que me regaló cuando pasó junto a mí. En ese momento lo odie, odie que él tuviera todo, mientras que yo y mi madre teníamos que vivir en ese maldito lugar de mala muerte, todo por el capricho de su padre. Conforme el tiempo fue pasando, le seguí sus pasos, lo vi convertirse en un boxeador profesional, era el mejor de su clase, me obsesioné. Me convertí en su sombra, quería causarle el mismo daño que su madre le había causado a la mía, lo vi convertirse en alguien exitoso, respaldado por un hombre muy adinerado y poderoso como lo era el señor Hawkins. Así que dude en acercarme a él. Un día, conocí al dueño de esa maldita ratonera en la que había crecido, sabía que si quería acercarme a Liam Hawkins debía encontrar personas fuertes que me respaldaran, entonces decidí unirme a ellos. Luego me volví codicioso, no me conformé con ser parte de su mafia, sino que seduje a Lucas, quería que se enamorara perdidamente de mí, para manipularlo a mí antojo, pero después del sexo no pasó más nada, su corazón parecía de hielo, o eso era lo que yo pensaba. Él es un hombre de pocas palabras, astuto y desconfiado. Cuando por fin la oportunidad se dio en aquel maldito cerro, me acerqué a él y me presenté. Recuerdo que cambió su nombre a “Simon”, sigo sin entender porque lo hizo, pero sabía con exactitud quién era en realidad. Fingí amarlo, cada vez lo que besaba sentía asco y odio. Una noche Lucas me hizo una pregunta… “Si el amor se dividiera por colores, ¿qué color elegirías?” …en ese momento no entendí lo que quiso decir con su respuesta, él dijo que quería que su amor fuera color escarlata, porque él quería un amor intenso, vivo, fuerte, apasionado, valiente, real. En ese instante me burlé, le dije que era muy cursi. Siempre me ha gustado acostarme con muchas personas, pasar la noche y hasta ahí; así que entenderlo me resultaba complicado, pero no fue hasta después de conocer a Simon esa noche y ver la maravillosa persona que era, que lo comprendí. Entendí que con tan solo regalarme algunas sonrisas logró que lo amara, que lo amara mucho. Llámenle, primer amor o como quieran; aunque me queda claro que jamás sintió lo mismo por mí, ya que hasta el momento no le he escuchado decir que me ama, tampoco ha hablado de su pasado o su familia. Solo soy su compañía. Siempre he sabido que no soy digno de él, que únicamente soy un mentiroso. Al inicio mi única intención para acercarme era porque quería dañarlo, quería hacerlo sufrir, pero ahora todo es diferente y no sé cómo ser honesto. Vivo con el temor de que descubra la verdad y se aleje, cada noche me drogo y bebo, para desahogar mi ira y mi remordimiento. Eso hace que me meta en peleas lo que provoca que nuestra relación empeore, de verdad quería decirle todo, pero sé que solo por ser hijo de esa prostituta a la que tanto desprecia va a ser un motivo para que me odie.
Esta mañana encontré uno de los diarios de Lucas, lo dejó sobre el escritorio de su estudio, dentro había un sobre con muchas fotografías, descubrí que lo ha estado vigilando desde que era muy joven. Él también, había escrito sobre “Liam”, decía también que era la primera y única persona por la que su corazón se estremecía. Dentro había un collar con un dije de un péndulo color rojo intenso, marcó sus iniciales para dárselo a Liam, había escrito que él era “su amor escarlata”. Entonces lo entendí, Lucas jamás pudo amarme porque ya tenía a alguien en su corazón. Él jamás quiso intervenir personalmente, pero sé que no me va a permitir dañar a Liam porque él también lo amaba, solo me ha aconsejado, me ha dicho que una relación no se puede construir a base de mentiras, porque tarde o temprano todo se viene abajo y sale a la luz. Me amenazó. Dijo que, si no le contaba la verdad, él lo iba a hacer, estaba tan furioso y asustado, que me negué a ser honesto, sé que Liam me va a odiar si lo hago, así que le dije que yo era un cobarde, que había decidido matarlo porque no podía decirle la verdad. Él se volvió loco de ira. Me sujeto del cuello casi hasta estrangularme, me dijo que si le tocaba un solo pelo a Liam me iba a desaparecer. ¡Tan patético! lo ama tanto incluso para sacrificar su felicidad por la de él, y dejarlo estar conmigo para que Liam sea feliz. No voy a dejar que Lucas se salga con la suya… necesito hacer algo…”

ESCARLATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora