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Un pantalón prestado más tarde:
—¡Aleka, atrapa! —Luz gritó a todo pulmón mientras la deforme pelota volaba en mi dirección.
Mis pies no reaccionaban y mis manos apenas se extendían a unos centímetros de mi cara. Mis rodillas temblaban y un chillido escapaba desde el fondo de mis tripas.
¡Jesús y la virgen María!
No me di ni cuenta y ya todas corrían en mi dirección, la razón: la pelota en mis manos.
No sabia que hacer, mi mente gritaba que la lanzara lejos, pero lo único que lograba hacer era gritar y luego correr a donde mis pies decidieran.—¡Al otro lado! —una chica de mi equipo gritó al tiempo en que apuntaba con sus manos en la dirección opuesta.
—¡Santa cachucha! —chillo en respuesta y doy media vuelta casi cayendo en el intento.
Veo como una chica con el mismo color de camiseta que yo me hace señas y, sin pensarlo dos veces, le lanzo el balón
Odio este juego, odio este juego, ¡por el Ángel, como odio este juego!
Mi equipo perdió. Resulté ilesa casi del todo y no hice el ridículo; la mayor parte del tiempo.
O sea, cuando la pelota estaba lejos de mi.
—¡Anto! ¡Ayuda a esta pobre niña desamparada! —me quejo desde el pasto de la cancha extendiendo ambas manos en dirección a mi amiga.
Con una mano cubriendo su boca, Antonella camina en mi dirección.
—¡Sé que te estás riendo! Tus ojos están enchinados —suelto frunciendo los labios y el ceño.
Antonella suelta una delicada carcajada, dejandome casi sorda. —Es que rodaste, ¡literalmente rodaste!
—Oye, Ale. ¿Qué te creí ahora? —Sarah aparece riendo con una mano sobre su estómago. —¿Ninja? Hiciste el tremendo mortal.
—No es mi culpa, —murmuro —la bruta esa del otro equipo me puso el pie.
Les dedico una larga mirada llena de enojo, pero no hacen mas que reír aún más. No era justo, yo corria libremente intentado alejarme de la pelota y ¡BAM! Comencé a rodar por el pasto.
—¿Dónde está la acróbata? —el trío dinámico hace su aparición, anunciandose con la creativa frase de Benjamincito.
Lo asesino con la mirada. —Cállate, estropajo oxigenado.
—Lo dijo la peliroja naturalmente artificial —responde él al momento en que pone ambas manos sobre sus hombros para chocar cinco con sus seguidores.
Aprieto los labios. —Váyanse a ser detestables a otro lado —Y finalizo mostrándoles la lengua.
Wow, soy tan ruda. Deberia ir a un concurso de rudas, los jueces se sentirían tan intimidados con mi rudeza que me darían el primer lugar de inmediato.
Imagino como sería intimidar a un par de jueces y me mantengo distraída con la idea un par de segundos, no muchos, pero los suficientes para no notar el momento en que los chicos superpoderosos salen de la escena.
—Oigan, -giro donde Antonella y Sarah mientras me pongo de pie —¿Y Valentín? No estaba con los tres mosqueteros.
—Uy, si se preocupa de... —Antonella comienza, pero lo deja a medias al dar con mi asesina mirada.
Ya lo dije: Ruda.
—Comprendo, tema superado. Ahm, —mira al cielo pensativamente —Si mal no lo recuerdo, hoy no iba a venir a clases. Algo con su pelo.
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estúpida, pero con estilo.
Teen Fiction''Esto pasa cuando la palabra ''yeta'' no alcanza a describirte.'' Historia totalmente mía. Votos, comentarios, denuncias y amenazas; todo es bienvenido. ||ex-fanfic 5SOS||