𝐎𝐁𝐈𝐊𝐀𝐊𝐀 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍 |
La vida de Kakashi ya era bastante complicada. Era un Omega que perdió a su pareja cuando Kakashi solo era un niño. Estaba entrenando a tres pequeños terrores, uno de los cuales era un miniclon de su Sensei, y...
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Sangre por todas partes. Estaban muertos. Madre y padre estaban muertos e Itachi los mató y ¿por qué? ¡¿Por qué tendría que hacer eso?! Él- Se suponía que eran familia- No, no, no, no.
Todo el clan está muerto. Estaban solos. Tanta sangre y tantos cuerpos una y otra vez.
Sasuke se extendió a través de toda la oscuridad, la sangre y los cuerpos, gritando. Él no quería estar aquí. No quería estar solo. Necesitaba detener a Itachi que seguía matando y matando y matando-
―Sasuke.
Una mano agarró la suya.
Se estaba ahogando en sangre. Estaba demasiado débil. ¡Era demasiado débil para que lo mataran y era demasiado débil para salvar a alguien! ¿Por qué era tan inútil? Él no podía hacer nada-
―Mírame. Déjame tomar el control desde aquí, ¿de acuerdo? ―una mano fría le tocó la cara―. Abre tus ojos.
Sasuke lo intentó. Trató de escuchar. Intentó empujarlos para abrirlos. Pero todo lo que podía ver era sangre. Tanta sangre y oscuridad e Itachi asesinando a todos-
Un borrón de color, púrpura y marrón, pasó por su mirada llena de sangre y una frente presionada contra la suya.
―Bien. ¿Confías en mí?
Era Izumi. Por supuesto, él confiaba en ella.
―Siempre ―trató de decir. No supo si lo logró, o si sus palabras se ahogaron en sangre y cuerpos, pero lo intentó.
―Bien, Sasuke. Buen cachorro ―Izumi sonaba suave, un tono reservado para los días más duros, uno en el que todo lo que podían hacer era acurrucarse en el sofá o en uno de sus nidos y simplemente tumbarse allí―. Me estoy haciendo cargo, ¿de acuerdo?
La sangre desapareció, junto con los cuerpos e Itachi. No, en cambio, estaba en un campo, su campo de entrenamiento habitual. Kakashi estaba leyendo su libro en la base de un árbol, Naruto estaba tratando de atacarlo, pero Kakashi lo volteó fácilmente. Sakura resopló y sacudió la cabeza.
Izumi le lanzó una sonrisa desde su posición sobre Kakashi, sentada en la rama de un árbol.
Sasuke puso los ojos en blanco ante sus payasadas y siguió su camino.
Sintió unos ojos fijos en la nuca, fríos y penetrantes, pero el frío se disipó. Un calor crepitante lo saludó, y la mirada penetrante desapareció.
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