Capítulo 8: "Mentiras y engaños"

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Pakkun había convocado al resto de la manada en el momento en que acamparon, y Kakashi había sido rodeado por sus sabuesos

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Pakkun había convocado al resto de la manada en el momento en que acamparon, y Kakashi había sido rodeado por sus sabuesos.

Había recibido tantos besos.

Ninguno de ellos se apartó de su lado para el viaje de regreso a casa. Como siempre, Tenzo fue un ángel al traer consigo un uniforme jonin de repuesto para que Kakashi no tuviera que llegar en una yukata. Hubiera hecho viajar mucho más difícil.

Selló el yukata en un pergamino, en caso de que pudieran encontrar el olor del Sr. Secuestrador en él, ¿y tal vez usar eso para rastrearlo? No estaba seguro. Las yukatas habían sido lavadas regularmente por el dueño de la posada, una posada de la que Kakashi ni siquiera pudo averiguar el nombre o dónde estaba. Todo lo que sabía es que había habido niebla, pero eso podría significar cualquier pueblo de pescadores o del lago.

Realmente no ayudó a reducir nada.

Les tomó casi una semana llegar a Konoha. Kakashi se sintió renovado. Era una sensación extraña, como si acabara de tomarse unas vacaciones y leer libros de Icha Icha en una fuente termal. Excepto que había sido secuestrado, y debería estar exhausto después de su terrible experiencia.

Sí, ese había sido el secuestro más extraño de la historia.

ー¡Lo logramos, Guy Sensei! ーLee aplaudióー. Misión cumplida.

Izumi estiró sus extremidades. ーSí, solo espero que tus cachorros estén bien, Kakashi. Estaban inquietos cuando los dejé.

Kakashi hizo una mueca. ーSupongo que tendremos que ver qué tiene que decir el Hokage antes de preocuparme por los cachorros.

ー¡Si vamos! ーchico sonrióー. Se sentirá aliviado una vez que vea que estás de vuelta, sano y salvo.

ーTal vez ーreflexionó Kakashiー. Pero tampoco autorizó a nadie a encontrarme, ¿o sí?

Guy se burló, agitando una mano con desdén. ーDetalles.

Kakashi miró a sus perros y no pudo evitar sonreír cálidamente. Probablemente estaban agotados, pero aún trataban de permanecer a su lado. ーDeberían ir a descansar un poco. Deben estar cansados ​​después de tanto buscar.

ー¡Vale la pena! ーShiba acarició su mano y Kakashi no pudo evitar rascarle la oreja.

ーEstábamos preocupados. Solo te secuestraron y te unieron ーPakkun hizo una muecaー. No te sorprendas si vamos a dormir en tu apartamento esta noche.

Kakashi tímidamente se frotó la nuca. ーAhahaha, cierto. Creo que puedo ver eso.

ーCuidaré a Kakashi. El resto de ustedes, al apartamento ーordenó Pakkun.

Hubo algunos lloriqueos, pero como siempre, Pakkun era el jefe, así que aceptaron las órdenes y se fueron. Pakkun se acurrucó de nuevo en su hombro, poniéndose cómodo una vez más.

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