Capítulo 35: "Embarazado pero aún peligroso (Sí, Obito es cauteloso)"

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Obito levantó la vista de su pergamino que había estado leyendo en las nuevas habitaciones de Kakashi

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Obito levantó la vista de su pergamino que había estado leyendo en las nuevas habitaciones de Kakashi. El Omega de Kakashi tenía el control total en este momento, ronroneando contento y agarrando las almohadas. Él ronroneó en respuesta, ganándose un feliz arrullo. Los ojos de Kakashi estaban vidriosos, su compañero perdido profundamente en su Omega, y la vista hizo sonreír a Obito.

-Hola, Kashi.

-Obito -saludó Kakashi, ronroneando-. Compañero.

Obito dejó su pergamino a un lado y se acercó a la cama, sin resistirse cuando el Omega de Kakashi lo abrazó, acurrucándose con fuerza. Kakashi acarició la glándula odorífera de Obito y sus ronroneos se hicieron más profundos. Obito se quitó la máscara y la dejó a un lado, ganándose otro arrullo. Hizo callar a Kakashi, besando su cabello.

-Necesitas dejar dormir a Kakashi -dijo Obito suavemente.

-Pero has vuelto. Compañero ha vuelto.

-Lo sé -lo tranquilizó Obito, frotándose la espalda-. Pero a Kakashi no se le permite saberlo todavía.

-¡Pero eres nuestro compañero!

-Sí, pero es por el bien de Kakashi y el del bebé. -Obito frunció el ceño-. Demasiado estrés no es bueno, y tu Alfa no quiere que ninguno de los dos esté estresado. Es por eso que no se lo has dicho, ¿verdad?

No exactamente. Pero Obito podía fingir que no había usado su Sharingan en el Omega de Kakashi. Su Omega no lo recordaba, demasiado perdido en el placer durante su celo, que mantenía al Omega dulce y dócil. El Omega de Kakashi no tuvo ninguna de las dudas de Kakashi. Si quisiera algo, el Omega lo reclamaría. El Omega de Kakashi era quisquilloso y exigente y Obito lo encontraba gracioso.

El Omega de Kakashi se quejó, pero asintió.

-Necesitamos cuidar a nuestro cachorro... -murmuró Omega somnoliento.

-Exactamente. -Obito besó su frente-. Así que acuéstate y deja dormir a Kakashi.

-Pero está durmiendo... -se quejó Omega, pero obedeció, metiéndose nuevamente bajo las mantas-. ¿Miente conmigo?

-Está bien. -Obito inmediatamente se metió en la cama, acomodándose contra la espalda de Kakashi. No pudo evitar apoyar una mano en el estómago de Kakashi, su Alfa ronroneando suavemente. Omega lo arrulló y lo acarició.

A Obito todavía le sorprendía que tuvieran un bebé juntos. A Obito le sorprendió que todavía hubieran logrado unirse en este infierno. Pero nada de esa alegría duraría. Konoha haría que mataran a Kakashi algún día, y su bebé, Hatake y Uchiha, sufrirían, tal vez incluso morirían temprano, y Obito mataría a todos antes de permitir que eso sucediera.

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