Capítulo 29: "Una charla con los muertos"

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Izumi se sentía un poco asesina en este momento

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Izumi se sentía un poco asesina en este momento. A menudo se encontraba soñando despierta con Orochimaru, asesinándolo lentamente, arrancándole los ojos, arrancándole la lengua y torturándolo por lo que le hizo a su cachorro.

Su Omega estaba furioso y asesino. Izumi sentía lo mismo, pero tenían que quedarse aquí por Sasuke. Tuvo que despertar. Si no lo hiciera...

No. Iba a hacerlo. Él no la dejaría sola. No la convertiría en la última Uchiha. Ella no podía manejar eso. La mataría. Izumi agarró sus manos y se mordió el labio. Ella quería un trago. Algo que le quitaría el filo, pero sabía que era un mal camino por el que seguir. El alcohol podía ser un asunto desagradable, e Izumi ya se entregaba demasiado a él cuando se trataba de Itachi.

Izumi escuchó algunos movimientos de la cama. Dejó a un lado sus pensamientos y se volvió hacia Sasuke, que luchaba por abrir los ojos. Izumi ronroneó, suave y tranquilizador, puso una mano en su cabello y sonrió.

―Buenos días, Sasuke ―dijo suavemente―. Bienvenido de nuevo.

Gracias kami. Gracias kami. Gracias maldito kami.

Sasuke parpadeó adormilado hacia ella, sus ojos brillaban, pero sus ojos estaban abiertos y olía mejor. Olía más fuerte. Izumi lo metió en sus brazos, abrazándolo fuerte. Los brazos de Sasuke la envolvieron temblorosamente, aunque se quejó.

―¿Por qué me abrazas? ―Él gimió―. Apestas...

De acuerdo, tal vez necesitaba ir a casa y limpiarse, como Kakashi había sugerido varias veces. Pero ella no había querido volver a casa. No sin Sasuke. Era demasiado silencioso y solitario.

Izumi resopló.

―Tu también lo haces.

―¿Dónde estamos...? ―Sasuke balbuceó.

―En el hospital. Has estado durmiendo por esa marca de maldición. ―Izumi se movió, acurrucándose contra la espalda de Sasuke, dejándolo sentarse. Ella le entregó un poco de agua para beber, que él bebió lentamente.

―Bien...

―Te pondré al día cuando estés un poco más despierto ―dijo Izumi en voz baja―. Pero primero, ¿qué tal si te relajas antes de que los médicos nos den una mano?

Sasuke se acomodó contra ella.

―Sí, me gustaría eso...

―Sí, me gustaría eso

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