Cruda Realidad.

Capítulo 8

Luck Chawarin estaba sastifecho de algún modo, después de días de insistir en hablar con el joven Pruk, le habían ortogado una cita dentro de una semana. Asi que trató de arreglar los asuntos e inconvenientes del trabajo para después enfocarse en hacer negocios con Pruk.
Si todo iba a corde al plan, la casa de prostitución sería visitado por conocidos del famoso empresario, eso dejaría mucho dinero, los clientes serías de la clase alta de la sociedad, con eso en mente comenzó a sacar cuentas y arreglar el deterioro del lugar, hizo cambiar sábanas, alfombras, almohadones para que el ambiente sea mas fino.
Los empleados con mala imagen fueron enviados a un cambio de luck para también dar una apariencia fina. Los y las jovenes que estaban ahí fueron revisados por médicos conocidos de Luck, los que estaban muy flacos les mandó a comer porciones dobles al alimentarse, a los que estaban lastimados recibieron atención médica, para que al momento que un cliente importante llegase al lugar encuentre a sus jóvenes en buen estado, ya sea solo de compañía o para un encuentro sexual. De ahora en adelanté tendría mas presente la salud de sus empleados.
Mark estaba a la par de su jefe, sacando cuantas y más cuentas. Dinero había de sobra, pero tenía que ser bien invertido, habia varias cosas que pagar y arreglar, medicamentos que comprar, vestimentas que sustituir y artefactos que cambiar. Buscar presupuestos y personal que hiciera todo eso. Era una semana agotadora.

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- Padre, en unos días me reúno con un subencargado de esta zona. Chawarin es su apellido, se que ah tratado de llegar a tí pero no haz podido conocerlo y por este motivo insistió conmigo.

-Zee tienes la libertad de decidir cerrar trato con él o no. No me interesa en particular, por eso no eh recibido su petición.
Pero analízalo, si puede llegar a una de las zonas donde no hemos entrado hasta ahora puede que tenga una oportunidad de crear alianza. No crees hijo?.

-Si se le hace fácil cortar con su proveedor de años de la noche a la mañana, Qué tan confiable sería en un futuro con nosotros?.

-Nos estaría cediendo algo que nosotros todavía no tocamos Zee, y una vez que tengamos acceso a esa área sabes que es difícil deshacerse de mí "de una noche a la mañana". Pero lo dejo en tus manos. Confío en ti hijo. Algo más para decir.

-Nada más.

-Revisaste los envíos de bebidas destinados al sur?

-Claro. 5 camiones partieron hoy al sur. Otros 7 al norte y 20 aquí en la zona. En dos días se enviarán la siguiente carga.

-De a cuerdo, puedes retirarte.

Zee se retira de la oficina de su padre y se dirige a la suya. Agarra unos documentos que tenía en el escritorio y los deja enseguida. Las palabras de su padre lo llevan siempre a punto de la cornisa: "Lo dejo en tus manos...confío en ti hijo" ...quería ser el mejor, era el mejor, su padre estaba orgulloso de él, en la empresa era visto como un líder ejemplar. Pero el negocio de las drogas lo hacía pensar de más, al punto de que la mente no descansaba, y no había forma de esquivar esa responsabilidad.
Como no pudo concentrarse decide salir. Sale de la empresa y camina sin rumbo hasta llegar a la plaza, mira detrás de él y ve a sus guardaespaldas. Mira al frente y ve otra vez la biblioteca, sin pensarlo cruza la calle y entra en ella. Cuando ingresa mira el lugar, como buscando algo, recorre el espacio hasta que su mirada queda fija en la familiar figura del joven que ya reconocía.

Y ahí estaba sentado con su camiseta grande y su pantalón olgado que llevaba el primer día que lo vió. Con un libro en la mesa, hojas y lapiz en la mano, su pelo un poco largo, se veía pequeño a simple vista.
Otra vez sus pies reaccionaron sin que el mayor se diera cuenta y se acercó hasta el joven

-Hola.

-Hola- contesta levantando un poco la vista.

-Puedo sentarme?