Cruda Realidad.

Capítulo 43

-Entonces me está pidiendo que si algunos de esos jóvenes quieren entrar les prohíba el paso.

-Así es.

-Son muchos los jóvenes que conforman esa banda, sería mucha la clientela que estaría dejando fuera.

-Créeme. Una vez que los conozcas sabrás que fue la mejor decisión.

-Zee...eres un hombre nato. Pero creo que nos meterías en problemas si comenzamos un pleitos con la gente de Delth. Mueve a muchos jovencitos y menores de edad por todas las calles.

-Entonces sabras que su forma de trabajar es escudarse detrás de menores, ten cuidado. ...solo es una sugerencia- se levanta del sillón de cuero apartado del salón de baile y se abotona su saco de vestir.

-Que recibo a cambio?

-Protección. Te lo aseguro. Protección para tí, tu negocio y gente.

-Lo que estas haciendo- vacila un poco- corre por tu cuenta?

-Solo te diré que confíes en mí, como lo haz hecho hasta ahora con mi padre- da una señal en forma de despedida alejándose de la reunión camuflandose entre la gente de la disco, aunque cuidado por sus guardaespaldas y su fiel compañero Net.

El dueño del lugar quedó sonriendo, saber que podría tener la seguridad de los Pruk lo respaldaba ante todo y cualquier imprevisto con la ley.
Y así como él, fuero varios los dueños de bares, discotecas, puntos de reestribucion con quienes Zee tuvo que negociar. La idea principal era cortar con todos los suministros hacia Delth y su gente. Fuera cual fuera el rubro, despejarlo de beneficios.
Si sus muchachos no conseguían sastifacer sus caprichos tendrían, en teoría, dos formas de reaccionar: o se encerraban en su aguantadero y se quedarían en el molde, o tomarían represalias contra Zee para volver a obtener el control en las calles.
Y Zee esperaba a que eligieran la segunda opción.
Ya había reclutado a unos cuantos expertos de militancia que se encargarían de borrar cualquier existencia. Eso lo tomaría como último recurso.

Las provisiones de alcohol y drogas no estaban permitidas llegar hasta su zona. En esto ayudó Jammes, el meterse en los suburbios obtuvo información con quienes se hacía el negocio. Se le prohibió al proveedor de aquel lugar hacer un movimiento allí.

También supervisó los movimientos de cualquier anormalidad en su rutina. Nunew tuvo algunos trabajos en donde era necesario que saliera de casa y el mayor estaba alerta de que nada le pasara, uno de sus guardaespalda ahora estaba a disposición del jóven modelo.

A medida que los días pasaban el jóven que pudo organizarse, delegar a personas de confianza sus asuntos y planes, era momento de esperar a que Delth haga un movimiento y tirara del anzuelo.

Su padre no había intervenido en lo más mínimo,  como cada vez que le delega una tarea, a veces esa actitud lo ponía nervioso como siempre, pero estaba acostumbrado.

Solo en su oficina de la empresa, mirando algunos cv de personas seleccionadas para terminar de detallar que trabajo iba a hacer quien sintió una pinzada en su sien, lo que le hizo llevar una de sus manos a esa zona y dar unos pequeños masajes en forma de círculo con la esperanza de que se le pasaran enseguida, otra punzada fuerte atravesó la zona, esta vez sus ojos se cerraron con fuerza. Necesitaba descansar.
Miro el reloj sobre el escritorio que marcaba las once de la noche, era más temprano de lo que esta acostumbrado a volver en las últimas semanas. Prácticamente se estaba llegando a su casa cerca de la una de la mañana.

Un suspiro agotador abandonó su garganta, estaba durmiendo poco, pero iba a valer la pena. Después de que pasara todo su vida iba a concentrarse solo en la empresa. En su familia que estaba lejos. Y en lo que tenía con el modelo...pensando en lo último se levantó enseguida de su asiento y se retiró del lugar.