Para cuándo el almuerzo llega, no puedo sentirme más miserable. Con dificultad, evadí a Megan, Bratt y Elliot. ¿Fue tarea fácil? No, compartimos muchas clases juntos fue complicado. Pero ¿pueden ponerse en mi lugar? Me siento dolida, traicionada y hasta con vergüenza de decirles a mis mejores amigos:"Hola chicos, uhm sí, ayer Max vino, dijo que me engaño con Samanta y sí, lo que pensé que era un cuento de hadas terminó siendo un juego más, ¿me prestas un lápiz?"
Pero ya era momento de enfrentar la realidad, sí, Max me había dejado, no, no podía dedicarme a llorar el resto de mi vida.
Aún con una cara fantasmal, pero con optimismo nuevo en mi interior, camino hacia la cafetería. Apenas pongo un pie dentro de la sociedad estudiantil en su máxima expresión, Bratt aparece en mi campo de visión, justo en frente de mis narices.
—¡Acá está!— exclama y en cuestión de segundos los tengo a los tres mirándome. Megan la pelirroja se encuentra preocupada, a juzgar por su rostro esta hasta desconcertada porque sus ojos verdes no dejan de mirarme en busca de respuestas. Elliot, es otro tema. El chico está a punto de largar todo el enojo de la vida, de brazos cruzados me mira pero no está enojado conmigo, y creo que no hace falta demasiadas adivinanzas. Y Bratt, bueno mi mejor amigo es una mezcla de los dos, está enojado, preocupado y quizás hasta frustrado por no haber podido evitarlo.
—¿Qué sucede?— Bratt se atreve a romper el silencio que comenzaba a tomarse ensordecedor.
—Max— explico.
—¡Ja, Scott, lo sabía!— exclama Elliot con enfado dándole una fugaz mirada a Megan.—Lo mataré ahora mismo.
Gira y comienza a caminar, pero Bratt es más rápido y logra detenerlo antes de que llegue a su mesa. Debido a esta amenaza, lo encuentro. Se encuentra sentado al lado de Samanta, la cual le habla y él parece prestarle atención con sumo cuidado. ¿Qué más puede estar contándole? ¿Los nuevos cosméticos Kylie-Kim? Para ella eso es profundo.
—¿Qué pasó exactamente?— pregunta Megan, ignorando a Bratt que intenta contener a nuestro boxeador.
Tomo una profunda respiración y antes de que comience a temblar, decido hablar.
—Resulta que Max me engaño con Samanta, vino ayer, lucía algo arrepentido, dijo unos cuantos "Lo siento" y se fue— explico. Está bien, lo dije en voz alta y ahora tengo ganas de llorar. Un sollozo se escapa de mis labios y la mirada de Megan parece cambiar por completo.
Me toma del brazo y rápidamente me saca de la cafetería. Los pasillos están desiertos y al ver que ya nadie puede verme, no lo soporto y rompo en llanto. Megan me abraza, dejando que llore en su hombro mientras pasa una mano por mi espalda. Cierro mis ojos y dejo que las lágrimas y un sentimiento de ruptura hagan su trabajo.
Todo lo que pensé que era verdad, bueno, no fue ni la mitad.
¿Pueden creer como la vida de una persona puede desmoronarse en cuestión de meses?
Hace tres meses, estaba feliz. Max y yo nos llevábamos borde, casi ni nos hablábamos y el factor más importante, mamá, estaba feliz y viviendo una vida larga.
Ahora no tengo nada de eso. Solo tengo a mi hermana y a mis tres amigos para apoyarme.
—Max es un idiota, lo siento tanto... Debí haber estado ahí, pendiente de todo— noto un tono de culpabilidad en su voz.
—No te hagas responsable— murmuro dejando de llorar.
—Pero es que...—
Su argumento se ve interrumpido cuando Bratt y Elliot salen de la cafetería, encontrándonos. Me separo de Megan con dificultad ya que parecía no querer dejarme ir y paso una mano por mis ojos, en un intento por qué no estén tan llorosos.
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Un amor inesperado
Ficção AdolescenteAllison Johnson una chica extrovertida y segura de si misma, la cual afrontará problemas que la ayudarán a ser más fuerte❣️. Max Taylor capitan del equipo de Lacrosse y modelo se verá envuelto en muchos problemas gracias a su vecina Allison, problem...