El esperado viernes, ese maldito día que tanto te hace rogar, por fin ha llegado. Luego de que el último timbre suene, todos salen disparados de el salón de clases, no queriendo estar un minuto más.Los comprendo, estoy igual. Megan y yo salimos a paso apurado hacia el estacionamiento. Habíamos quedado en ir de compras. Mi mejor amiga insiste que es como una terapia al corazón. Y no lo negaré, realmente es una terapia.
Llegamos a su auto blanco, pero desgraciadamente no lo encontramos solo.
—Elliot, maldita sea, fuera de mi vista— dice Megan con diversión mientras observa al castaño insistente.
—Relax, Scott— hace un gesto con sus dos manos para que mi amiga baje sus defensas pero creo que se olvido que tan bien la conoce.
—No irás con nosotras— declara de brazos cruzados mientras yo me siento como una ajena a la conversación.
—¿Por qué?— bufa como niño pequeño apoyando su espalda en la puerta del conductor.
Mientras su pelea no deja tregua, giro para observar al resto del cuerpo estudiantil. A más de la mitad ya no se les vía ni un pelo, pero me sorprende ver a Alan apoyado en su auto, como si estuviese esperando a alguien. El siempre se va solo y nunca espera a nadie excepto por...
Max Taylor camina hacia su amigo. Aún no notan que los estoy observando a solo unos metros. A medida que más me concentro en él, pierdo más interés en la discusión de Megan y Elliot.
A diferencia de otros días y de mi, se le nota normal. Sin ojeras, sin esa expresión de hecho mierda que había presenciado últimamente.
Está como si nada hubiese sucedido.
Lo miro mientras charla con Alan. Cada milésima de segundo que pasa me siento peor y peor. Como una horrible presión en el pecho que me hace sentir miserable y con ganas de llorar.
Me pregunto cuando lo superare. Cuando podré mirarlo y decir "Ese chico partió mi corazón pero he podido seguir adelante". Me pregunto cuanto tiempo tendrá que pasar para que lo vea cómo alguien normal y que mi corazón no se parta un poquito más cada vez que oigo su voz. Sin embargo ahí está mi estúpido corazón, aún sosteniendo las esperanzas de que Max vendrá, me besará, pedirá perdón y me prometerá amor eterno.
Así que de nuevo, me pregunto cuando lo superare.
No ayudando a mi situación, la dueña de mi odio, llega hacia el dúo. Tan perfecta como siempre, con su uniforme de porrista que tanto odié, su cabello castaño suelto y una sonrisa radiante es lo que la complementa.
Ella también había estado deplorable estos últimos días, pero supongo que sabe luchar mejor.
Rodea a Max por los hombros y este se sorprende ante el toque. Trago con fuerza, en un intento por no llorar.
Y como si no pudiera ser peor, se besan. Sí, unen sus labios y los mueven en sincronía, como si fueran la pareja más perfecta de todas.
Lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas ante la imagen. Soy tan masoquista que no puedo quitar mis ojos de ellos, simplemente me quedo ahí, observando como se demuestran su amor.
—Allison— la mano de Megan sobre mi brazo me hace volver a la realidad. Me giro a mirarla y su expresión decae. Parece que la discusión de mis amigos es dada por finalizada. Elliot me mira con confusión hasta que lleva sus ojos más allá, dando con la pareja. Su rostro parece enfurecer en segundos. Y esta vez no está Bratt para detenerlo, comienza a caminar rápido y furiosamente hacia Max que no se percata de nada.
—¡Elliot!— exclamo y llamo la atención de los tres pero es bastante tarde. Elliot ya le ha dado un puñetazo a Max justo en la cara. Samanta deja escapar un grito y yo me suelto del agarre de Megan y limpiandome las lágrimas del rostro en un estúpido intento por que nadie se de cuenta, me largo a correr hacia Max y Elliot.
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Un amor inesperado
TeenfikceAllison Johnson una chica extrovertida y segura de si misma, la cual afrontará problemas que la ayudarán a ser más fuerte❣️. Max Taylor capitan del equipo de Lacrosse y modelo se verá envuelto en muchos problemas gracias a su vecina Allison, problem...