La cena había concluido con bastante rapidez. Literalmente, había hecho oídos sordos y vista ciega a cada cosa que decía Max o Samanta. Me la pasé riendo con Megan, mi papá y Matías, mi pequeño hermanastro que al parecer, estaba aprendiendo a cortar su propia comida. Claramente más de uno de llevó una buena carcajada con las payasadas del menor.No me había dado cuenta cuando sirvieron helado de postre. Que ironía, era mi sabor favorito y al lado el sabor favorito de Max. Juntos hasta la muerte, ¿no Taylor?
Dejo el sabor del idiota intacto. No por orgullo, era porque odiaba el helado de limón y por más insistencias no había manera de que me guste.
Estaba hablando con mamá sobre que tan bien había quedado la decoración, cuando de un solo golpe, las luces del lugar son arrebatadas dejándonos a oscuras. Más de un invitado exclamó algo.
Yo no estaba asustada, pero si intrigada. Miraba hacia todos lados con ciertos nerviosismo. De por sí ya era demasiado, ¿qué te traes entre manos, mamá?
De repente un flash de luces de colores se ve en lo que podríamos llamar un claro por su espacio vacío. Una canción electrónica comienza a sonar a todo volumen y las luces acompañan el ritmo de la canción.
Parpadeo un par de veces. Una pista, claro. Megan no duda ni dos segundos en pararse de golpe, tomar mi mano y arrastrarme hasta ella. En menos de treinta segundos, todos estaban bailando.
Pierdo de vista a Max y a Samanta, y creo que fue lo que más alivio me dió en toda la noche. Elliott y Bratt, quienes habían sido dejados atrás ya que mi amiga solo se preocupó por tirarme a mi, se unen a nosotras. Traen bebidas en las manos.
Esto comenzaba a parecerse a una fiesta al fin. El vaso que Bratt me extendía tenía una mezcla de vodka con jugo. Estaba muy fuerte, no me gustó. Además, hoy no tenía ganas de emborracharme.
Giro, y dejo en manos de una persona cualquiera el vaso que lo bebé sin chistar. Gente, gente. ¿Que si los violaba?
Paso tras paso, risa tras risa, el tiempo pasa volando como papeles al viento. Hace tiempo que no me divertía así. El hecho de que sea mi cumpleaños lo ha cambiado todo. Me di cuenta lo estúpida que estaba siendo al perder así el tiempo cuando ninguno de los dos va a volver. Mientras tanto, mi mamá cada vez se debilitaba más, mientras tanto, mi último año de preparatoria se iba volando ante mis ojos. No quería que eso sucediera. Me di cuenta también, el trabajo que se tomaron Nina y mamá como para que yo no lo disfrute. Era mi noche, debía pasarla como tal.
Siento que paso mucho tiempo moviendo mi cuerpo al ritmo de la música, tanto que no localizo a mis amigos, me dejaron con algunas compañeras de curso que apenas conozco. Decido volver a la mesa, para beber algo, para fijarme qué hora es ya que decidí no traer mi teléfono.
Me abro paso entre la gente, la cual ya está bastante alcoholizada y me saludan con un arrastrado "Feliz cumpleaños" cuando paso. Llego a la mesa, y me doy con que está vacía. Genial. Alzo mi celular y le mando un mensaje a mamá.
"¿Dónde estás?"
No tarda mucho en contestar para mi suerte y paciencia
"En la terraza, mucha gente joven
ahí abajo"No puedo evitar reírme ante su contestación. La idea de ir con ella era muy tentadora, pasar un tiempo con mi familia pero luego giro para ver a la multitud de gente bailando y no pienso dos veces cuando me vuelvo a unir a ellos. Encuentro a Bratt junto a Lila, su novia, novia "bebé" como le decimos nosotros. Hablando de nosotros... Busco con la mirada a Megan o aunque sea a Elliot. Recuerdo cómo esos dos estaban en algo, según lo que me contaba Bratt. ¿Quien hubiese pensado que dos mejores amigos iban a terminar enamorándose? Está bien... Muchas personas.
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Un amor inesperado
Teen FictionAllison Johnson una chica extrovertida y segura de si misma, la cual afrontará problemas que la ayudarán a ser más fuerte❣️. Max Taylor capitan del equipo de Lacrosse y modelo se verá envuelto en muchos problemas gracias a su vecina Allison, problem...