Ella era joven e inexperta cuando lo conoció. Alto, guapo, seguro y encantador. Dueño de una sonrisa traviesa que le hacía doblar las rodillas. Para ella fue amor a primera vista. Para él solo fue una aventura en su viaje de vacaciones.
Ella se entr...
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VACACIONES DE VERANO
"La vida no se vive por las veces que respiras, sino por los momentos que te dejan sin aliento".
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Para Gregorio Gandaela, regresar a su pueblo natal siempre resulta una experiencia gratificante y reconfortante.
San Sebastián es un hermoso valle rodeado de montañas y extensiones inmensas de campos fértiles. Tiene una imponente cascada que cae solemne sobre una laguna inmensa y cristalina. Las vistas de sus alrededores son impresionantes, siempre lo cautivan y lo dejan sin aliento.
Él ama todo el estilo de vida tradicional de aquel paraíso, tan diferente al que se vive en la Gran Ciudad. Un lugar que parece como si se hubiese congelado en el tiempo. Encerrado en sus tradiciones y sus costumbres ancestrales, que se mantienen y se defienden por todas las familias, sin excepción.
Es que no hay nada en el sitio que le desagrade. Su comida es exquisita, la arquitectura conservadoramente prodigiosa, sus calles adoquinadas, y el calor humano, porque si de algo está plenamente convencido es de que, no hay personas en el mundo más amables, cálidas, cordiales, afectuosas y agradables que los que viven en el pueblo de San Sebastián.
Él vive la mayor parte del tiempo en la Gran Ciudad. Por cuestiones de trabajo, sus padres tuvieron que trasladarse a la urbe y llevárselo consigo. Pero siempre que pueden regresan a esa tierra que aman, más que nada, a la hacienda Gandaela. Esta le ha pertenecido a la familia desde muchas generaciones. Su abuelo le refuerza constantemente el amor por aquellos terrenos fértiles y productivos; por los animales, su cuidado y su crianza.
—Todo es suyo, mijo —le repite siempre que el muchacho viene a visitarlo—. La tierra, los animales, las plantaciones, todo.
Se le hincha el pecho de emoción cuando su abuelo pasea a caballo con él, recorriendo todas las inmensas hectáreas de tierra que poseen.
